MENOS CUENTOS Y A GANARSE EL SUELDO QUE LE PAGAMOS. BUSQUE EL DINERO Y ARREGLE EL TEMA. LOS DESTROZOS EN OJOS DE GARZA, NO SON DE HACE TRES AÑOS. SON DE HACE DOS MESES.El consejero de Política Social y Sociosanitaria del Cabildo de Gran Canaria, Pedro Quevedo, advierte de que la institutución está al límite de su capacidad para sostener los recursos de los centros de menores. Quevedo explica que la Consejería está realizando un sobreesfuerzo de siete millones de euros anuales para dotar a los centros de la Isla de los servicios necesarios para garantizar el desarrollo de los menores acogidos que difícilmente se podrá mantener en el futuro. A esta cifra hay que sumar la inversión anual de unos 16 millones de euros cofinanciados al 50% entre el Cabildo y el Gobierno de Canarias.En este momento la administración insular aporta 71 euros diarios por niño a lugares como el centro de atención inmediata clausurado en Ojos de Garza tras una inspección de la fiscal de Protección del Menor, Inés Herrero. "Nos consta que es una cantidad limitada, aunque suficiente para prestar una atención en condiciones y con dignidad, y en otras islas es menor".El Cabildo "está en los límites de su esfuerzo presupuestario y es necesario redefinir los esfuerzos financieros de cada una de las administraciones con el Ejecutivo regional", añade Quevedo. El consejero asegura que "hay recursos que tendríamos que duplicar" para poder atender adecuadamente a los jóvenes. "Los chicos con perfiles conflictivos deben tener un tratamiento y una atención distinta a los que tienen perfiles normalizados" y se hace necesario tener al menos dos centros de atención inmediata para dar un trato adecuado. Quevedo considera que para dar una respuesta correcta a las necesidades actuales de la Isla serían necesarios cinco nuevos centros con distintos perfiles, entre los que debe haber uno "para menores con trastornos de conducta que están siendo desplazados a otros lugares de Canarias". El director insular de Servicios Sociales, Antonio Gil, explica que en la mayoría de los casos, los jóvenes que llegaban al centro de Ojos de Garza proceden "de relaciones familiares conflictivas". En muchos casos son los fiscales, jueces o la Dirección General del Menor quienes los envían allí al detectar una situación de riesgo y muchos "llegan de la manera que llegan, con comportamientos disociales o relacionales". CONFLICTIVOS. Hay chicos que están en estos hogares "porque sus familiares se ven imposibilitados a meterlos a viaje" o que han cumplido medidas judiciales. A su llegada hay menores "conflictivos que en momentos de crisis ocasionan destrozos". En estos centros "participan en un proceso educativo en los que se les enseñan pautas de comportamiento, se fijan límites" y se someten a un estudio psicológico con trabajadores sociales.La apertura del centro ocasionó una revuelta entre los vecinos que se manifestaron delante del inmueble argumentando que se sentían inseguros. Pese a ello, la convivencia transcurrió con total normalidad. La labor desarrollada con estos jóvenes suele dar frutos de forma inmediata. De hecho, los menores "están escolarizados y se les hace un control para garantizar que no se ausentan de clase, lo que es un signo de integración".
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