Articulo de Pablo Herreros, el bloguero denunciado por T5 .
(Pásalo).
Telecinco me responsabiliza de perder 3,7 millones de euros
y estima para mí hasta 3 años de cárcel.
A diferencia de la mayoría de la gente, que vivió el Caso LaNoria con alegría, yo nunca me reí. No me ha sorprendido recibir una querella
de la empresa Mediaset España Comunicación S.A. (TeleCinco y Cuatro, entre
otros), aunque sí que la interpusieran en julio, tanto tiempo después de
aquello. La recogí este martes en el Juzgado de Instrucción número 14 de la
Plaza de Castilla de Madrid, aunque curiosamente alguien ya se la había
filtrado a El País, que publicó el lunes que testifico el próximo 4 de diciembre
como imputado por amenazas y coacciones.
En la querella se hace alusión a las pérdidas que,
supuestamente, ha tenido la cadena desde que se publicó mi carta, como
consecuencia de la retirada de los anunciantes, según afirman, de la que me
pretenden hacer responsable; y que cifran en 3,7 millones de euros. Sostiene la
querella de Telecinco que, si las supuestas amenazas o coacciones que me
imputan son probadas durante el proceso, me corresponderían hasta 3 años de
cárcel. Y además solicita ya, para asegurar las hipotéticas responsabilidades
civiles derivadas de los hechos denunciados, el aseguramiento de las mismas
mediante fianza; y, si no tuviera suficientes bienes, la querella se adelanta
pidiendo ya que se me embarguen todos mis bienes.
Entre las miles de palabras escritas por mí en este tema, el
eje de su querella se fundamenta en una sola frase de la carta que dirigimos a
las marcas, por la que además me disculpé seis días después sin mediar querella
alguna:
Si no se adhirieran a nuestra propuesta, seguiríamos
exigiéndoselo en adelante y promoveríamos un boicot de sus productos. Pero
estamos seguros de que ustedes son los primeros que no quieren arropar con sus
marcas hechos tan lamentables y tan dolorosos para las familias de las
víctimas, como la de Marta del Castillo y tantas otras que han pasado por
experiencias similares. Esperamos con ilusión su respuesta. Reciban un saludo
cordial.
Sin que Telecinco me lo exigiera, yo mismo pedí disculpas seis días después por una frase que entendí que era desafortunada, y dije: “Lo
puse porque jamás pensé que íbamos a tener más opciones de volver a dar nuestra
opinión. Porque no creí que esta naíf iniciativa sería escuchada por cientos de
miles de personas“.
Aun habiéndome disculpado hace más de un año, esa es la
piedra de toque sobre la que fundamentan su querella. Un año después, Telecinco
quiere que el juez considere que esa frase no es fruto de mi legítimo derecho a
expresarme y manifestación de mi derecho constitucional a la libertad de
expresión, y sostiene que la frase es una amenaza y/o una coacción “violenta“
sobre las marcas. Y afirman que entre la frase y la retirada de la publicidad
hay una relación causa-efecto, pues las marcas “se sintieron amenazadas
violentamente“. Lo que para mí fue una opinión y una petición desde un modesto
blog y una web de activismo ciudadano, Mediaset lo considera “una coacción
intolerable” “una carta amenazante en un medio de tan alta capacidad de
difusión como es internet” y una “feroz campaña de presión […] sobre los anunciantes“(sic).
En definitiva, Telecinco dice en su querella, refiriéndose a
mí, que “atacó frontalmente y limitó de forma absolutamente intolerable, con su
acción, la libertad de obrar de los anunciantes“. Pero no son los anunciantes
quienes se querellan contra mí, sino Telecinco. ¿Qué dijeron entonces esas
marcas? Os muestro algunos ejemplos (pinchando en cada marca veis su comentario
original completo):
No solo nos solidarizamos con su petición sino que también pedimos disculpas (a pesar de que ignorábamos esos contenidos tan lamentables) y hemos dado orden URGENTE a nuestra agencia de medios de cancelar cualquier spot en La Noria de modo indefinido. Sin más, aclarar que compartimos al 100% su repulsa por estos hechos.(Campofrío)
El grupo Lactalis, que engloba las marcas PULEVA y President, ha comunicado de manera urgente a Telecinco, a través de su agencia de medios, que no desea tener ninguna presencia alrededor de cualquier programa en el que pueda aparecer esta señora o cualquier otra persona allegada a los imputados en el caso. Lamentamos lo ocurrido. (Puleva y President)
Panrico no comparte ni se identifica con los contenidos en cuestión (Panrico).
Basándonos en la filosofía y valores de nuestra compañía, pedimos disculpas a todas las personas que se hayan sentido ofendidas (Bayer).
Siguiendo nuestra política de respeto y responsabilidad social hemos decidido no insertar nuestra publicidad en La Noria. No todo vale (Bimbo).
Vodafone España comunica que la difusión de anuncios de la compañía en el programa La Noria se realiza sin su consentimiento y contra su voluntad expresa (Vodafone).
Rechazamos conductas poco éticas y pensamos que no todo vale. Por eso hemos decidido dejar de anunciarnos en el programa de televisión “La Noria” (Hero Baby).
Estimado Pablo: hemos dado órdenes […] de no programar ningún tipo de formato publicitario ni en el programa ni en los cortes publicitarios de La Noria de forma definitiva. Es una decisión tomada desde nuestra responsabilidad como marca y como anunciantes (Fontaneda).
La publicidad de Mercedes-Benz España NO estaba planificada dentro de la programación de la Noria el día 29 de octubre. Telecinco lo emitió por decisión propia […]. Desde la empresa se comunicó a la cadena la petición expresa de no volver a aparecer en dicho programa (Mercedes Benz).
Cómo estoy viviendo este proceso contra mí
No, no es divertido. Se pasa miedo, y esa es una de las
sensaciones más desagradables para cualquier persona. Para quienes piensen que
es fácil implicarse en causas de estas, que sepan que lo que haces en la vida
tiene consecuencias para tu propia vida. En el tardofranquismo, mi padre yotros muchos se jugaron la vida para que hoy nosotros tengamos derechos como lalibertad de expresión. En cuanto a mí, antes de esta querella ya había sentido
otros perjuicios personales y profesionales, además de las cientos de horas de
mi vida que he perdido para defender esta causa. Así que a esos que unos días
me acusan de que “en internet hay mucho pasamontañas”, y otros me acusan de lo
contrario, de buscar protagonismo, desde aquí les contesto: tus acciones tienen
consecuencias negativas -a la vista están- y también positivas, como el cariño y
la solidaridad de miles de personas. Estaría bueno que encima me tocase sólo la
parte negativa…
No cambiaría ni una sola de las horas dedicadas a esto, pero
esas cientos de horas se las he quitado a mi ocio, mi trabajo y mis seres
queridos. He dejado de disfrutarlas porque creo que merece la pena, pero
implicarse en cualquier ámbito de la vida sí tiene un precio. Aun así, asumo mi
imputación con toda serenidad, en el pleno convencimiento de que todo lo que
hice fue por mejorar el entorno publicitario y, por encima del mundo, por
contribuir con mi granito de arena a que mañana tengamos una sociedad mejor.
Estoy además plenamente convencido de que no realicé ninguna presión o amenaza
sobre las marcas, limitándome exclusivamente a trasladarles mi opinión y la de
muchos otros sobre un hecho, a mi juicio, reprobable, en el que se veían
involucradas: que las televisiones paguen a criminales o sus cercanos por
hablar de sus delitos.
Pero no olvidéis algo muy importante: esta querella va
contra mí pero mis acciones nunca habrían tenido ninguna consecuencia sin que
cientos de miles de personas sintierais esta causa como propia. Esa es la clave
de que el 99,9% de la gente os hayáis volcado en defenderme. Esta causa la
hicisteis vuestra los 33.000 que firmasteis la petición a las marcas para que
fueran responsables eligiendo dónde invierten su dinero, los más de 53.000 quepedisteis al Gobierno que obligase a las teles a co-regularse, y vuestra la
hicisteis las marcas que anunciasteis públicamente que no estabais de acuerdo
con que vuestros anuncios sirviesen para financiar conductas impropias de una
sociedad civilizada.
¿Qué pretende Mediaset querellándose contra mí? No lo sé,
pero me da la impresión de que buscan amedrentarme, que quieren que por el
pavor de saberme en la mirilla de una empresa gigante, mire para otro lado. En
Telecinco puede que quieran hacerme perder tiempo y dinero, que mi ánimo
decaiga y que mi energía se desgaste pensando en la debacle que sería para mi
vida pagar 3,7 millones euros sin tenerlos, que imagine verme en la cárcel
durante varios años rodeado de delincuentes…y que la próxima vez que una
persona, como tú y como yo, tenga la tentación de opinar en contra de unos
intereses económicos, se lo piense dos veces.
Por eso creo que hoy es más importante que nunca agradeceros
el enorme apoyo que me brindáis estos días con vuestros comentarios en redes
sociales, al pie de cada noticia sobre el tema y con mensajes personales que me
han desbordado y me han reconfortado el corazón. Gracias también a todos los
diputados y senadoresde todos los partidos políticos que me habéis dedicado
vuestro tiempo, y gracias especiales a Eva Parera (CIU), Montserrat Surroca
(CIU), Pedro Antonio Ruiz Santos (PSOE) y Emilio Olabarría (PNV), por vuestros
elogios públicos hacia mí durante los debates en el Congreso y en el Senado.
Gracias a la diputada de Coalición Canaria Ana Oramás por hacer tuya nuestra
propuesta, y al senador Narvay Quintero (C.C.) por defenderla tan dignamente en
el Senado.
No es agradable que como ciudadano te toque sufrir la
embestida de una empresa que factura muchos millones de euros por defender algo
que crees que la sociedad española necesita: que la televisión no sea un medio
gracias al cual un criminal o un delincuente, ni sus cercanos, se lucren por
contar sus delitos. Nuestros hijos no pueden crecer viendo que ser delincuente
merece la pena. Y los medios pueden entrevistar a quien quieran -la libertad de
expresión es sagrada, hasta para los asesinos- pero me parece monstruoso que el
delincuente -o su progenitora y responsable civil, como era la madre de El
Cuco- cobren dinero a costa de hablar de su delito y de pisotear la memoria de
su víctima, Marta del Castillo, y de retorcer más aún los maltrechos corazones
de Eva Casanueva y Antonio del Castillo, sus admirables padres, y los de sus
hermanas menores.
Y por eso mi acción nunca se dirigió a un programa, sino a
una práctica, la de pagar por una entrevista sobre su delito a un condenado. Y
por eso entre febrero y abril de este año me reuní con diputados de todos los
partidos políticos (diapositiva número 115), para pedirles que resuelvan lo que
aún hoy me parece un vacío legal: que obliguen a las televisiones a
comprometerse a no pagar a un condenado. Para eso grabé este vídeo, viajé a
Sevilla a ver a los padres de Marta del Castillo y pedí a otras familias de
víctimas y periodistas que se implicasen.
No soy capaz de ponerme en el lugar de Telecinco, pero sí en
el del juez del Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid. Y si yo fuera él,
no me gustaría que nadie me cuestionara por haber admitido esta querella a
trámite, ni que me dijeran lo que tengo o no tengo que hacer. Si me queréis
ayudar, os pido que seamos respetuosos. Si algo nos unió a todos desde el
principio fue el respeto desde la crítica. Igual que en su día dije públicamente que me parecía mal que se insultase a Jordi González, hoy siento que debemos ser respetuosos hasta
con la propia Telecinco. Dejemos que hablen los hechos y que la justicia haga su
trabajo sin presiones.
La única alegría que me he llevado al ver la querella es que
gracias a nuestra presión, un fiscal de Sevilla pidió a Telecinco que el dinero
cobrado por la madre de El Cuco fuese
entregado al juzgado para pagar parte de los 414.000€ de condena que la señora
debe (como responsable civil de su hijo,
que era menor cuando escondió el cadáver de Marta del Castillo). Telecinco
aporta el justificante de que Rosalía García cobró 10.000€ y también el de que
ese dinero acabó en el juzgado, cosa de la que me alegro. Pero siendo buena la
noticia, pero no creo que debamos conformarnos con que los condenados paguen
sus deudas gracias a hacer ‘bolos‘ hablando de sus delitos. Sigue pareciéndome
intolerable que ella pueda obtener parte del dinero adeudado ‘trabajando‘ como
entrevistada para hablar del delito que cometió su hijo. Es decir, que porque
que ese dinero acabe en un juez no justifica ese pago. Si no, podríamos
entonces promover una campaña de entrevistas con la señora cobrando de plató en
plató hablando del delito de su hijo, y conformarnos pensando que así los
españoles recuperamos el dinero que se nos debe por el proceso de búsqueda del
cadáver. La pena no tiene ese sentido, sino el de que el penado tenga que pagar
con su esfuerzo y su trabajo por el delito. Y que el condenado -o su
responsable civil- cobre por entrevistas sobre el delito NO es un trabajo, ni
es honrado.
Conviene no perder el rastro del del dinero que se maneja en
todo este asunto. A mí esta lucha me ha quitado horas de sueño, de mi trabajo y
de mi ocio, y me ha quitado incluso oportunidades profesionales que, antes del
caso La Noria, sí tenía. Nunca he ganado ni ganaré un euro por defender este
tema -sólo faltaba-, y veo improbable que mi empresa pueda trabajar en el
futuro cercano para ninguna de las marcas que se vieron implicadas en el Caso
La Noria. Pero conviene que recordemos que quienes hoy se querellan contra mí,
y muchos de los que en público me atacan, sí ganan dinero si consiguen que el
pago a criminales siga estando permitido en los medios. También en eso esta
lucha es desigual.
Intuyo que el proceso judicial al que me abocan puede durar
años. No sé cuál será el final, pero sí tengo claro quemás que de finales, esto
es una cuestión de principios. Yo no soy ningún virtuoso, pues he cometido y
cometeré muchísimos errores en todos los órdenes de mi vida. Y no creo que este
tema se trate de mí, pues soy irrelevante en la trama. Si no hubiera sido yo,
habría sido cualquier otra persona quien plantease que no podemos vivir en una
sociedad en la que los criminales se enriquecen en TV a costa de su crimen.
Vivimos en una sociedad de consumo, sí; pero ni las empresas ni las
televisiones pueden rebasar la barrera nauseabunda de que por actuar sin
principios ganen más dinero que por hacerlo dentro de la normalidad. Por encima
de todo están los principios. Y ninguna compañía puede aspirar a vivir en la
era de la web social y ganar dinero de esa sociedad si quiebra los más
elementales principios básicos.
Toda esta historia no sucedió porque yo la iniciara, sino
porque miles de personas y decenas de marcas creísteis que tenía sentido no
pagar a criminales por hablar de sus delitos. Por eso, y aunque yo seré el
único condenado si finalmente pierdo, creo que todos ganamos si se reconoce que
actuamos dentro de la libertad de expresión. Puede que llevar este asunto en
privado me hiciera posible vivir más tranquilo; pero siempre fui transparente
en todo lo que hice, y no tengo nada de qué arrepentirme. Puede que ser
transparente no sea una decisión buena para mi futuro; pero prefiero morir de
pie que vivir de rodillas. En todo el Caso La Noria, nunca hice nada malo, y
todas mis acciones fueron encaminadas a buscar un beneficio para la sociedad;
que no para mí ni para mi empresa. En el camino dejé cientos de horas y gané
poderosos enemigos; perdí oportunidades profesionales y el derecho a vivir
tranquilo. Sé que en adelante yo no tendré derecho a equivocarme, que saltarme
un semáforo se puede transmitir por televisión con la cámara superlenta, o que
dejar de pagar el IBI de mi piso podría generarme desagradables titulares.
Puede que mi decisión de hacer pública esta querella me haga desde hoy vivir
más intranquilo. Puede. Pero dormiré muy a gusto sabiendo que siempre hice lo
que debía. Ojalá no me arrepienta.
Hoy por ti y mañana por mi. Pásalo.
6 comentarios:
Ya firmé y por cierto, creo que la cosa funciona, se están retirando anunciantes a saco.
Salud.
Esto es indignante, pero me parece que los de Tetacirco la han vuelto a pifiar porque ya nadie se acordaba y tenían programita nuevo y anunciantes, que no les pase ná por haber ido contra todos y nuestra libertad de elección
Algunos se creen que son los dueños del patio y la cosa se les puede poner muy cuesta arriba.
Creo que se llama Vacile y al parecer siempre va de sobrado con todos, pero esta vez, se ha pasado muchas calles.
El siempre habla de la libertad de expresión, pues esto es justamente LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Creo que ha éste bloguero lo han pillado como cabeza de “turco” para unos fines nada claro por parte de (Media-Set y TV-5), después de la hecatombe de dicha empresa entre otras que financiaba BANKIA, de ahí el enorme agujero-negro financiero de dichas empresas que pagamos todos los españoles gracias a los socialistos que han sabido llevar a todas las cadenas de televión en España, a la puta-mierda.
Ahora se hacen los mártires de lo que ellos nunca han cumplido, la ética profesional y la falta de moral en formas y fondo en su trabajo, sin importar la opinión de los espectadores, felicito a todas las (empresas-anunciantes) que vean mal tales programas donde se traten informaciones poco ortodoxas y se pague por ello, dañando a las víctimas sin ninguna contemplación y retiren sus anuncios.
La libertad de expresión empieza por el respeto al daño que se pueda hacer a los espectadores y a las famílias que son víctimas de las cadenas de TV, que se creen que cuanta más mierda saquen en pantalla, todo está vendido porque “ELLOS” lo valen y no es así.
Como no soy bloguero, mi apoyo a todos aquellos que se vean en circunstancias tan poco loables como le pasa a Pablo Herrero. Saludos…
Zapato Velozzzzz
Bueno, pues ya podemos estar mas tranquilos y más contentos, pues hoy, T5 ha retirado la demanda, debido a que los anunciantes han creído mas en los bloggeros, que en T5.
Así que ya podemos cantar aquellos de "Vacile, Vacile, Vacile....
Por lo tanto, que nadie y repito nadie, intente ponerle puertas al campo y mucho menos al campo de la red.
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