ESPEREMOS QUE ESTO NOS LLEVE A ALGUNA PARTE, POR UNA VEZ Y SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE
Detectar posibles reservas geotérmicas a entre 2.000 y 3.000 metros de profundidad para evaluar cuánta energía eléctrica pueden producir y a qué coste es el objetivo de la exploración que la empresa Petratherm va a acometer en Gran Canaria y Tenerife.
Canarias despejará la duda de si las dos islas mayores pueden producir energía geotérmica a costes asumibles y con la continuidad necesaria dentro de tres a cuatro años de cumplirse los plazos marcados en el permiso de exploración de recursos mineros, denominado Atidama, otorgado por el Gobierno regional a la empresa Petratherm España para buscar piedras calientes en el subsuelo volcánico del este de Gran Canaria, un permiso similar al llamado Guayafanta concedido este pasado verano a la misma empresa para el norte de Tenerife.
La hoja de ruta tiene una primera etapa, de un año, en la que se elaborará un modelo tridimensional que identifique las anomalías geotérmicas sobre las que se pedirá permiso de investigación. En la segunda fase se harán los sondeos de investigación a entre 2.000 y 3.000 metros de profundidad para detallar las reservas existentes y concretar las zonas en las que se harían los sondeos de la tercera fase, ahora penetrando al menos 150 metros dentro del recurso termal para tomar los datos de fracturación y las medidas de temperatura precisos para calcular cómo reaccionaría la reserva si se intentara extraer ese calor hasta la superficie. Esa investigación durará entre dos y tres años y dirá si vale la pena o no llevar a cabo la cuarta fase, los sondeos de inyección y producción que determinarían «cuánta energía eléctrica podría ser extraída del recurso y lo que es más importante aún, a qué coste», dice el proyecto.
Detectar posibles reservas geotérmicas a entre 2.000 y 3.000 metros de profundidad para evaluar cuánta energía eléctrica pueden producir y a qué coste es el objetivo de la exploración que la empresa Petratherm va a acometer en Gran Canaria y Tenerife.
Canarias despejará la duda de si las dos islas mayores pueden producir energía geotérmica a costes asumibles y con la continuidad necesaria dentro de tres a cuatro años de cumplirse los plazos marcados en el permiso de exploración de recursos mineros, denominado Atidama, otorgado por el Gobierno regional a la empresa Petratherm España para buscar piedras calientes en el subsuelo volcánico del este de Gran Canaria, un permiso similar al llamado Guayafanta concedido este pasado verano a la misma empresa para el norte de Tenerife.
La hoja de ruta tiene una primera etapa, de un año, en la que se elaborará un modelo tridimensional que identifique las anomalías geotérmicas sobre las que se pedirá permiso de investigación. En la segunda fase se harán los sondeos de investigación a entre 2.000 y 3.000 metros de profundidad para detallar las reservas existentes y concretar las zonas en las que se harían los sondeos de la tercera fase, ahora penetrando al menos 150 metros dentro del recurso termal para tomar los datos de fracturación y las medidas de temperatura precisos para calcular cómo reaccionaría la reserva si se intentara extraer ese calor hasta la superficie. Esa investigación durará entre dos y tres años y dirá si vale la pena o no llevar a cabo la cuarta fase, los sondeos de inyección y producción que determinarían «cuánta energía eléctrica podría ser extraída del recurso y lo que es más importante aún, a qué coste», dice el proyecto.
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