Gran Canaria, desde siempre ha sido garantía de calidad. Los empresarios grancanarios logran ellos solos y ayudados por sus trabajadores, objetivos impensables para muchos. Claro, que en cuanto entran los políticos en el juego económico empresarial, se destruye todo y volvemos a la pobreza y las necesidades sociales.
Allá por 1.870, un empresario de Arucas llamado D. Gabriel Megias Santana, creó una empresa familiar para la fabricación y venta de gofio. Posteriormente la amplió para la producción de chocolate y pastas alimenticias. A día de hoy, sus productos los podemos encontrar en grandes superficies, supermercados de barrios y tiendas de aceite y vinagre.
Es un producto nuestro, de Gran Canaria, fabricado por grancanarios, en la localidad de Arucas, donde se sigue fabricando desde el día de su fundación. A día de hoy, el apellido de su fundador, sigue estando en la dirección de la empresa, cosa impensable en cualquier empresa donde hayan entrado los políticos.
En 1.901 obtuvo el título de Proveedor Oficial de la Casa Real Española, otorgado por Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, regente del futuro Rey de España Alfonso XIII. Títulos que no se daban así porque sí. La calidad del producto era analizada por muchas personalidades y que podían lucir los fabricantes como garantía de calidad máxima.
Un producto nuestro, que en la actualidad debe competir con productos llegados de allende los mares, super-subvencionados por los políticos, pero que a día de hoy, no han conseguido desbancar la calidad de “lo nuestro”.
La historia es la que es y no hay manera de cambiarla, por mucho que los de siempre se empeñen. Y como historia real debemos conocerla, para apoyar y defender lo nuestro, lo grancanario y en LA ISLEÑA, tenemos un ejemplo de trabajo diario y superación, que dura ya más de 149 años.
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