La intermediación de los productos agrícolas indigesta las economías domésticas en Canarias. El mejor ejemplo está en la elaboración de un simple potaje, que se ha convertido en un plato de lujo por culpa de los intermediarios que operan en la cadena de distribución. De esta forma, los productos básicos para la elaboración de este caldo se multiplican por cuatro antes de llegar al consumidor final. Como muestra, el kilo de calabacín pasa a costar de 0,60 euros de manos del mayorista a un precio de tres euros que tiene que pagar el cliente final. Otra evidencia de este incremento está en el ñame, cuyo kilo se dispara de 0,80 euros a 3,70 euros cuando se coloca en las estanterías para su venta final. Además, y según un muestreo realizado ayer entre varios centros especializados en alimentación de la capital grancanaria, el caso de la piña es aún más sorprendente, ya que este artículo se multiplica por nueve durante la cadena comercial hasta alcanzar los 4,88 euros por kilo. Los agricultores consultados denuncian "los mordiscos voraces" de la distribución en Canarias, donde "la concentración está perjudicándonos a todos". Así, Rafael Hernández, presidente de Coag en Canarias, lamenta que "mientras unos especulan y multiplican sus beneficios, los agricultores estamos abocados a la desaparición". Hernández pide que haya transparencia y se diga lo que gana en cada producto el agricultor, lo que recibe la industria transformadora y lo que va para el distribuidor. Para el representante de la Coordinadora Agraria, "es necesario poner freno a la especulación y que las Administraciones apliquen una política agraria que defienda los intereses de los agricultores y ganaderos a título principal y que permita al consumidor final acceder a alimentos de calidad a precios razonables". Los responsables de Coag apuntan directamente a las grandes superficies y a los supermercados que "sólo buscan cumplir con sus objetivos de beneficios".Por su parte, el portavoz de la Federación de Exportadores de Productos Hortofrutícolas (Fedex), Roberto Góiriz, asegura que "un potaje se ha transformado en un plato de lujo, que ya no se puede comer todos los días" por la carestía de los productos básicos. El coste medio de este plato para cuatro personas es de unos 15 euros y "es el resultado de los grandes beneficios de los intermediarios que se están inflando a ganar dinero a costa del sector primario". En este sentido, Góiriz sí enfatiza al señalar que "es importante aclarar que en esta historia el único que no tiene la culpa es el agricultor, que es el que menos gana y quien más trabaja". El también asesor jurídico de Fedex muestra su preocupación por un posible retraimiento del consumo en Canarias debido a que la cesta de la compra se multiplica sin cesar, mientras que "muchos productos agrícolas se han mantenido invariables o han bajado en origen".
SIEMPRE EL INTERMEDIARIO. ACABARON CON LOS AGRICULTORES DE MEDIANIAS Y SI LOS QUE QUEDAN NO SE DECIDEN A VENDER ELLOS DIRECTAMENTE EN LOS MERCADILLOS DE LOS PUEBLOS, ESTO SE ACABA Y A COMER LA MIERDA QUE NOS ENVIAN DESDE MARRUECOS.
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