(Éste post ha sido emitido en RADIO FAYCAN, dentro del programa ANTENA ABIERTA, link, dirigido por D. David Hatchuel)
Empecemos por ver cuál es la realidad de toda España y a partir de ahí, vayamos desglosándola. Teniendo en cuenta, que para un simple, pero no menos respetable puesto de trabajo en cualquier organismo oficial y también en algunas empresas, nos exigen conocimientos, titulaciones oficiales, idiomas, presencia física y demás obligaciones, como “experiencia laboral” para tu primer empleo. La cuestión resultante es que para ser político, no se exige nada, absolutamente nada. Por lo que en el 80% de los casos estamos gobernados por indigentes culturales, que en con su cuota de poder, imponen su soberbia y se jactan de crear leyes sin sentido alguno y siempre en contra de la sociedad en general. En el mismísimo Congreso de los Diputados, también conocido por el Parlamento Español, nos encontramos a una piara de elementos que en su puñetera vida han leído un libro, claro que ellos rápidamente culpan de esto a la sociedad y al capitalismo.
A la vista de ello, nos encontramos, que justamente esos indocumentados mentales, como siempre, van en busca de joderle la paciencia a quienes llevan trabajando toda su vida, por mantener una nación como España y conseguir abonar un futuro para sus descendientes, claro que, eso molesta a más de uno. Los tenemos por ahí largando verbalmente, que quien tenga varias propiedades, debe entregar las que no habite, a los que no tienen casa, además de utilizar tus ahorros de toda la vida, para repartirlo entre los más necesitados, los que ellos indiquen, por supuesto. En pocas palabras que debemos mantener a los de siempre, a esos que llevan toda su vida pidiendo y pidiendo, pero que no mueven un dedo para alimentarse, ellos quieren seguir viviendo de la sopa boba y para eso han puesto a los que reparten la sopa boba, en los organismos oficiales.
Aquí lo que hacen, es destruir lo que lleva muchos años funcionando perfectamente en bien de la comunidad, para simple y llanamente engordarles los bolsillos a los “nuevos ricos”, a los “yupis del tres al cuarto”, a los que reparten tantos por ciento de los contratos estatales, a los de la “gomina en el pelo”, a esos que destruyen negocios para revenderlos en trozos al mejor postor y justamente a esos son a los que están apoyando los mindundis de toda la vida. Como si destruyendo y forrandoles la cartera a otros, eso les beneficiara. Les han comido tanto el seso, que la re-adoctrinación es, lamentablemente imposible.
Si Dios fuera de izquierdas, el séptimo mandamiento diría: “ROBARÁS A TU PRÓJIMO Y LO JUSTIFICARÁS, COMO BIEN COMÚN Y SOLIDARIDAD”. Con eso te lo digo todo.
Muchos de ustedes se preguntarán ¿de que va esto?, pues sencillamente de que tus propiedades, las mías y las de muchos, ya no son PROPIEDADES, son “entes sociales”, que ya tu no diriges, sin antes pasar a abonar el impuesto revolucionario. Vayamos a la realidad que no es otra, simplemente, los ayuntamientos se niegan a cargar con el "guirigay" del alquiler vacacional. La Fecam avisa que habrá "problemas" si la ley sale adelante sin consenso. La asociación Ascav llevará a los tribunales las ordenanzas que restrinjan la actividad, pero la realidad es la realidad, como te explico a continuación.
Te pongo un ejemplo fácilmente entendible. Tus abuelos se pasaron toda su vida trabajando para mantener a la familia, además de mantener a España en general. Su trabajo le rindió su fruto económico y con ese fruto compro propiedades. En aquellos años del boom turístico, casi todos invertían en la compra de apartamento, bungalows, pisos y terrenos para construir. Cosa muy lógica, justamente en aquellos años, que dicen “vivíamos una dictadura”, todo el que trabajaba, podía comprar y vender bienes de cualquier tipo. No se permitía vivir de la sopa boba.
Tus abuelos te dejaron unas herencias, que aún después de llevar toda una vida pagando impuestos por ellas, ahora, tu tienes que pagar barbaridades por aceptarlas, llegando algunas veces a ser preferible no aceptar la herencia, debido a que los impuestos sobrepasaban el valor de lo heredado. Increíble, pero cierto. Y yendo bien, te haces “legalmente” con unas propiedades que siempre fueron de tu familia. Claro, ahora que ya has pagado por que vuelvan a ser de la familia, debes hacer lo que hicieron tus abuelos, poner a rendir económicamente esas propiedades. Te gastas un dinero, de tu bolsillo por supuesto, para adecuarlas y poder ponerlas en alquiler, sobre todo el alquiler turístico.
¡Ah!, turístico, ahí les hemos dado. Ellos, los indigentes mentales, no pueden permitir que les hagas competencia con dos o tres apartamentos, pisos y bungalows, a esas cadenas hoteleras, que explotan el turismo y que aquí no dejan nada, todo se queda fuera. Pero esas cadenas hoteleras, son unos muy buenos abonadores del campo político y cuando un político recibe dinero para “apoyar”, repito, apoyar entre comillas, a su partido, sencillamente, el enemigo a batir eres tu. Tú, tus abuelos y tus padres, por haber trabajado toda la vida. Por lo tanto te van a poner todas las pegas e impuestos que nunca podrás imaginarte, esto es solo el principio. Ellos, los indigentes políticos, como ya dije antes, no van a solventar soluciones a la sociedad en general. Sus soluciones siempre van a mejorar la vida de los de siempre, de los que deciden cuándo y cómo debes ir al retrete, además de con que limpiarte.
Esto es una realidad, que dicen los indigentes políticos, van a solventar a gusto de todos. No se lo creen ni ellos mismos. Llevan años y años con la misma retaila y nada, lo mismo que con la ley electoral, aquí el sistema es marear la perdiz y justo ahora en vísperas electorales, se acercan a pedir el voto. Lo jodido del tema, es que te cuentan la película, la misma de hace cuatro años, doce años o 16 años. Una película a la cual no le hacen cortes, es íntegramente una mentira y tu, simple votante, te la vuelves a creer y vuelves a sentar al mismo indigente, que volverá con sus boberías y toletadas. Como ya dijo el guardián del espacio Buzz Lightyear, “HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ”
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