MARRUECOS DA OTRA VUELTA A LA TUERCA ENSEÑANDO LOS DIENTES
Según información revelada por la página especializada en asuntos de defensa del mundo árabe, que no revelada por los medios de comunicación españoles, Defense Arab, dos cazas F-5 de la Real Fuerza Aérea de Marruecos penetraron en el espacio aéreo español el 12 de julio de 2020 a las tres de la madrugada, llegando a las inmediaciones de la capital andaluza, Sevilla. Defense Arab, afirma que el objetivo de la intromisión de las cazas marroquíes es comprobar la efectividad de los sistemas de radar de la defensa antiaérea de España. https://defense-arab.com/vb/
Según la información de Defense Arab, el Ejército del Aire español detectó dos cazas F-5 pertenecientes a las Fuerzas Aéreas marroquíes en el espacio aéreo español, concretamente en Sevilla. Ante la amenaza la Fuerza Aérea Española envió 3 cazas Typhoon, acompañados de un avión de repostaje KC-130H (Hércules), para interceptarlos a 50 km de Sevilla. Se produjo la operación de intercepción y los dos cazas regresaron a Marruecos. El pánico cundió en alerta y control, que enviaron tres "Eurofighter Typhoon" con un avión para repostar, contra dos simples F5. Lo que no entiendo es el avión de repostaje, lo mismo fue para que repostaran los aviones marroquíes.
Desde Defense Arab se afirma que se trata de una táctica para examinar y comprobar la efectividad de los sistemas de radar de defensa antiaérea españoles. A pesar de que las intenciones podrían haber sido inocentes, la intromisión en el espacio aéreo nacional constituye un motivo de preocupación o, al menos, de desconfianza ante nuestros vecinos marroquíes. En anteriores ocasiones ya se han podido ver comportamientos poco amistosos con España, por ejemplo, la delimitación de espacio pesquero que Marruecos adjudicó de forma unilateral en marzo de este año. La ampliación de sus aguas territoriales dejando dentro a las islas Canarias. LINK. Aunque por el momento no existe preocupación por una agresión por parte de Marruecos, existen mandos militares que ya apuntan a observar de cerca los movimientos de nuestros vecinos del sur.
Marruecos se ha convertido en uno de los focos de peligro de la Unión Europea donde podrían existir riesgos de radicalización islámica e incluso terrorismo siendo los españoles los primeros perjudicados, por cercanía. Ya lo he expuesto en estos enlaces, LINK, LINK, LINK, LINK, LINK.
Y ¿donde estan nuestra fuerzas aéreas?, sencillamente de picnic con la OTAN defendiendo el espacio aéreo de Lituania, ante una posible invasión Rusa. Emitiendo videos de recuerdo.Una OTAN que no cubre ni defiende las ciudades españolas de Ceuta, Melilla y los islotes adyacentes.
Les recuerdo que este gobierno social-comunista abortó el viaje de los Reyes a Ceuta y Melilla para no molestar a Rabat. Por lo que las dos ciudades autónomas fueron excluidas de la gira pospandemia que los Reyes efectúan por toda España. Al final no hubo viaje en el marco de la gira real pospandemia, por la misma razón por la que los reyes Juan Carlos y Sofía tardaron 32 años desde el inicio de su reinado en desplazarse, en el otoño de 2007, a Ceuta y Melilla: el miedo cerval a Marruecos.
Mohamed VI publicó, en 2007, un comunicado de “condena” y “denuncia” de esa “lamentable visita real”. Advirtió de que tendría “consecuencias que podrían poner en peligro el futuro de las relaciones entre los dos países”. Su amenaza velada no se concretó en esta ocasión, pero el miedo al vecino persiste a día de hoy.
Si hay un lugar necesitado en España de que los Reyes levanten el ánimo a sus 170.000 habitantes, ese es Ceuta y Melilla. Desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno, acumulan los reveses. En agosto de ese año, Rabat suprimió, sin comunicárselo a España, la aduana de Melilla, pactada entre ambos países en 1866. Acabó así de un plumazo con el comercio legal. El Gobierno español no protestó.
En octubre pasado, cortó el contrabando con Ceuta, una medida legítima porque perjudicaba su economía, pero que no consensuó con España pese a que golpea de lleno la ciudad autónoma. El Gobierno social-comunista de España guardó silencio. El ministro de Economía marroquí y el director de Aduanas ya han anunciado que sucederá otro tanto en breve con Melilla. El Gobierno seguirá probablemente guardando silencio. Estas decisiones marroquíes lastrarán aún más la recuperación económica de ambas ciudades. Para terminar de ahogarlas.
Durante la pandemia, las dos ciudades se han hecho cargo durante meses, alojándolos y alimentándolos, de cientos de marroquíes a los que las autoridades de Rabat no permitían regresar a su país. Marruecos inició el 15 de mayo una repatriación con cuentagotas y aún hoy en día un buen puñado de sus ciudadanos permanecen varados en Ceuta y Melilla —también los hay en la Península, incluidas 7.000 temporeras en Huelva—, a la espera de que reabra sus fronteras, clausuradas desde hace tres meses y medio.
El Gobierno de Rabat ni siquiera ha permitido que los ceutíes y melillenses que se quedaron bloqueados en su país por el súbito cierre de las fronteras terrestres vuelvan a sus casas cruzándolas, como sí pudieron hacer esos cientos de marroquíes que figuraban en la lista de los elegidos repatriables. Los ceutíes y melillenses tuvieron, así lo pactó la Ministra de Asuntos Exteriores de España (Arancha González Laya) con Rabat, que viajar primero a Tánger, navegar después hasta Málaga y, una vez allí, pusieron por fin rumbo hasta sus respectivas ciudades. Un viaje de muchos cientos de kilómetros en lugar de una decena. Haciendo la puñeta.
El temor a las represalias marroquíes tras una visita real o una mera protesta no es una particularidad de los ejecutivos socialistas de España. Íñigo Méndez de Vigo, secretario de Estado para la UE del Gobierno de Mariano Rajoy, puso en 2013 todo su empeño en convencer a los ceutíes de que no solicitaran su ingreso en la unión aduanera europea. Tal decisión convertiría su frontera en euro-marroquí, en lugar de ser solo hispano-marroquí, y reforzaría el carácter europeo de la ciudad. El vecino podría molestarse.
Hassan II, el anterior rey de Marruecos, no desaprovechaba una oportunidad para recordar, en público o en privado, su reivindicación territorial ante España. Su hijo, Mohamed VI, lleva 13 años sin mencionar en sus discursos las dos ciudades. Con discreción se ha dedicado, en cambio, a asfixiarlas para que sean inviables económicamente. Ya están Ceuta y Melilla en coma vegetativo.
El estrangulamiento no ha suscitado reacción alguna por parte de los sucesivos gobiernos españoles, que anteponen la colaboración marroquí en la lucha contra la inmigración irregular y la cooperación antiterrorista. Saben que Rabat es capaz de suspenderla. La cortó en agosto de 2014, tras un enfado del monarca porque su lancha fue interceptada por error, por la Guardia Civil, en aguas de Ceuta. De nada sirvieron durante algunas semanas las disculpas que presentaron el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y hasta el propio Felipe VI.
Los gobiernos españoles se olvidan de que disponen de muchos más medios de presión económicos y jurídicos sobre Marruecos de los que Marruecos tiene para apretar las tuercas a España. Bastaría, por ejemplo, con que España comunicase a la Organización de Aviación Civil Internacional y a Eurocontrol que recupera el control del tráfico aéreo, cedido en la rendición voluntaria a Marruecos desde 1975, en el Sáhara Occidental para acabar con los vuelos civiles en ese territorio. El problema es que el Ejecutivo español debería rendir cuentas ante la opinión pública, algo que el palacio real marroquí no está nunca obligado a hacer.
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