CHEKA DE BELLAS ARTES EN CASTELANA, MAS DE 2.000 ASESINATOS |
Estamos viviendo una transición política y no es precisamente una transición democrática. Esta transición es hacia una dictadura social-comunista, que nos están inyectando directamente en vena. Así, a las bravas y no justamente son “patatas bravas”. Unos peligrosos, que dicen tener sus títulos universitarios y que, a la vista de las universidades donde los han obtenido, nos dejan muy claro a que se dedicaron. Las universidades españolas han batido todos los récord del descrédito internacional.
Se fueron a Venezuela, a dar clases de política populista a cuatro sinvergüenzas, ignorantes y delincuentes comprobados, que aprendieron la lección y ejercen directamente, una dictadura a sangre y fuego sobre un pueblo inocente y abandonado internacionalmente.
Hemos visto en imagenes y en directo, como el dictador venezolano ha cerrado todos los medios de comunicación privados y que no comulguen con sus ideales “bolivarianos”. Y hoy mismo hemos visto, oído y leído en las noticias, que la número dos de este gobierno frente-populista, ha dejado muy claro, que su ley mordaza, tras la toma de RTVE y las amenazas judiciales a medios de comunicación, el Gobierno aboga por «intervenir» la libertad de expresión.
Han tenido que caer dos ministros del Gobierno, forzados a dimitir por las revelaciones de los medios, para que la vicepresidenta del Ejecutivo repare en la necesidad de controlar la prensa y poner límites a la libertad de expresión que consagra la Constitución, giro de clara inspiración chavista, privando así a la opinión pública del necesario control que los medios ejercen al poder político.
La justicia en la dictadura venezolana, hace y deshace a gusto del dictador. Una justicia apesebrada al poder dictatorial, donde si te señalan con el dedo, ya eres culpable y entras en una deriva de insultos, golpes, torturas físicas y psicológicas. Puedes desaparecer entre tantas idas y venidas, cual imitación de la “chekas madrileñas del 36”. Aquí en España la justicia hace y deshace, a la vista de la actualidad, lo que desea. Si caes en manos de una toga de esas que han utilizado la puerta giratoria, mala suerte.
Tenemos una ministra, que siendo funcionaria de la justicia, debió denunciar a otros componentes de la justicia, por estar reunidos con unas menores de edad y no lo denuncio. Cerro la boca y miró hacia otro lado. Pobre del españolito de a pie, que vea un delito y no lo denuncie, el peso de esa justicia le caerá encima, sin miramiento alguno. ¿Que le falta a esta justicia española para cerrar el capítulo “imitación maduro”?. No lo se, pero no le falta mucho.
En la dictadura bolivariana, desaparecen políticos igual que ya desaparecían en España, en manos de esos frente populistas, allá por el 36. Aquí, solo nos falta ese detalle, que tal como va la cosa, en cualquier momento ocurre. Muchos buscan ya el muerto, que será el detonante de todo.
Los militares de la dictadura bolivariana, apoyan a ese criminal, unos por miedo y otros por que estan sacando tajada en ascenso y dólares. La droga se ha demostrado que el máximo representante militar es el cabecilla de un cartel de la droga. Y al dictador maduro ya le han detenido en USA a dos sobrinos, por traficantes de droga. Les han bloqueado las cuentas en el extranjero, cuentas de millones y millones de dólares salidos del petróleo y la droga.
Aquí en España, el tema de los militares, es que estan cagados, se sienten vigilados por sus mismos compañeros, igual que en Venezuela. Y en cuanto alguno da su opinión, aunque sea en “petit comité”, la noticia llega a los comisarios políticos, para rápidamente caerse del escalafón y ya puede pedir la baja, que se acabó su carrera militar.
En la dictadura bolivariana se pasa hambre, se muere por las calles, los ladrones campan a su aire, los traficantes de droga a lo suyo, los violadores se dedican a su “negocio” y aquí, en esta España o lo que queda de ella, los ladrones ya sean políticos o no, saben que a la cárcel no van a ir; los traficantes saben que no pasa nada, que el negocio da para repartir con los amigos que miran hacia otro lado; los violadores y pederastas se saben intocables; etc, etc… Lo mismo que en la dictadura venezolana.
La dictadura bolivariana, tiene a matones en sus filas, igual que aquí. Donde el partido en el gobierno tiene en sus filas a un matón, convicto, confeso y condenado por pegar una paliza a un anciano. El matón, lo mantenemos entre todos y es el Secretario de Política de Refugiados, Luc André Diouf. Búsquenlo en la web oficial del PSOE.
En Venezuela, la justicia envió a los policías a investigar los pocos medios de comunicación que se salten su ordenamiento. Igual que en España, que se envía a la policía a exigir las pruebas existentes de todo el entramado de esa misma justicia. Con la, para mi “excusa” de que se va a investigar. A otro perro con ese hueso. Que a la vista de las últimas investigaciones judiciales en toda España, tenemos que acatar, pero siempre podemos discrepar, al menos hasta que nos terminen de cerrar la boca.
Ante la presión, asoman la patita totalitaria. Entonces amordazan más a la prensa libre, la poca que queda. Lo que no debe sorprendernos es que lo digan de esta manera tan clara, sin tapujos. Les parece una cosa natural. Esto es así porque su ADN político es totalitario.
Se que en estas líneas me he quedado corto, pero tambien se, que ustedes no son tontos y lo han entendido. Al menos yo me atrevo a decir claramente que estamos entrando en una DICTADURA SOCIAL-COMUNISTA y no cierro la boca. Les recuerdo que el disparo de salida, será el primer muerto y estamos a un paso de que ocurra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario