Un tal Llarena, del Supremo, le tomó a esta enferma mental, lo de acto "simbólico", precisamente, como eximente de enajenación mental. Suerte que tienen algunas. Siempre hay un Pumpido, un Horrachs, un Garzón, un Bermúdez, etc... Tantos como para que les suelten libres y sin cargos, precisamente a los "aforados", preferiblemente. Pero...
¿Qué les deben a todos esos delincuentes, que tanto les protegen y amparan?
¿Qué?
Aplican el artículo 155 de la Constitución a la carta. Convocan elecciones autonómicas en Cataluña para el día 21 de diciembre, craso error, permitiendo que se presenten, además de los golpistas libres o encarcelados, partidos abiertamente independentistas. Siguen pagando los sueldos a los políticos y funcionarios catalanes con dinero del FLA, sin tener en cuenta las fechorías de quienes han apoyado el golpe de estado y la desobediencia a los Tribunales. Siguen a Puigdemont hasta Marsella, permitiéndole tomar un vuelo hasta Bruselas, para después difundir que se ha fugado y montar el paripé con el abogado etarra y los tribunales belgas y que sea escoltado por un Mozo (dicen que de vacaciones), los del CNI, descubriendo américa con Colón y los pastores.
Permiten, bajo orden de Pedro Sanchez (PSOE), que los medios informativos al servicio del independentismo sigan emitiendo, como si no hubiese pasado nada, a pesar de ser cooperadores necesarios de los golpistas para llevar a cabo sus delitos. No meten en cintura, a ningún responsable del brutal adoctrinamiento en el odio a España, que se ha ejercido y se ejerce en los centros de enseñanza en Cataluña.
No disuelven, el cuerpo de mozos de escuadra, por delito de alta traición, y se limitan a apartar al primero de sus jefes para colocar al segundo. No reprimen los cortes de carreteras ni vías férreas en Cataluña para no molestar a los independentistas. Y, la Fiscalía de menores no actúa de oficio para que se ordene detener a los padres de los niños utilizados como barricadas en los cortes de carretera durante la huelga del pasado día 9 de noviembre.
Señoras y señores de la diplomacia del engaño y la traición, señoras y señores de los medios informativos, esto pasa de castaño oscuro, no estamos ante la sustracción de cuatro chocolatinas en un supermercado, estamos hablando de una independentista que se ha significado junto a Puigdemont, no solo en llevar a cabo un golpe de estado, sino que ha desafiado y desobedecido públicamente a los Tribunales de Justicia en reiteradas ocasiones, y que tuvo el cuajo de leer personalmente el texto de la resolución, el pasado 27 de octubre, en la que se instaba al Parlamento a declarar la independencia de Cataluña. Su declaración ante el Supremo y la fianza impuesta por el juez ha desatado un cachondeo mayúsculo en las Redes sociales.
Aquellos que organizan una rebelión, haciéndole un daño formidable a la paz social, economía de Cataluña y España, parecen no merecer el cartel de peligrosos delincuentes. Añádase que el Gobierno ha preferido mantener intactas las estructuras operativas del golpismo en Cataluña, desde los medios informativos a los Mozos.
Solicitar 150.000 euros a Forcadell es como pedirle al presidente de Mercadona un par de yogures para la Cruz Roja, si no quiere ir al infierno.
El abogado del presidente de la Generalidad cesado y de los ‘consellers’ destituidos, que se encuentran en Bruselas, Jaume Alonso Cuevillas, ha publicado en su cuenta de Twitter que “si todo va bien, podríamos tener los presos en casa en pocos días”.
Denunciamos que la intervención de la autonomía catalana esté siendo una soberana burla a los españoles que confiaron en que se aplicarían medidas correctoras contra el independentismo. Daba igual que las elecciones autonómicas las convocase Puigdemont, el Gobierno o el vecino del quinto. El escenario es el mismo. El Gobierno nos ha engañado. Ciudadanos y PSOE son cómplices de este engaño. Cuando el Gobierno decidió abdicar de sus funciones para transferirlas a los jueces, no era para que fueran tan duros sino para que, como los del Supremo, no actuarán con tanto rigor. Les da tanto miedo defender España que no quieren hacer ni presos en este conflicto.
Después de la aplicación homeopática del artículo 155, el Ejecutivo parece contrariado con las actuaciones judiciales que han conducido a prisión a los ex miembros del Gobierno Autonómico Catalán presentes en España y a los Jordis. Parece compartir la tesis moralmente repugnante de que la actuación de la Justicia, por mucho que se respete, es inoportuna e incendiaria. Este sentimiento es realmente peligroso. La mayoría de los españoles, que ha celebrado las decisiones de los tribunales como una proeza y como un resarcimiento merecido después de haber estado sometida durante estos últimos meses a la fatiga, el estrés y el hartazgo provocado por los independentistas, contempla la perplejidad del Gobierno con auténtico estupor. El mismo estupor que les produce la falta de aclaración por parte del presidente sobre el alcance legal de las elecciones convocadas en diciembre, y la ausencia de una afirmación rotunda y definitiva en el sentido de que no hay lugar para la secesión en España.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha calificado como «un ataque contra Europa» el órdago soberanista que el Gobierno catalán lanzó con la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración de independencia unilateral del Parlamento. Y va a ser que no, Señor Rajoy, el ataque en “PRIMERA INSTANCIA”, es a “ESPAÑA”.
Harto estoy ya del tema catalán, lo mismo que muchos españoles, solo nos queda no dar el voto ahora ni nunca más al PP, Rajoy lo ha dinamitado totalmente. Solo nos queda votar dos opciones y una es Ciudadanos y la otra es VOX, cada cual que haga lo que prefiera, también podríamos votar a Podemos y que reviente todo de una puñetera vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario