El viaje de Zapatero a Ceuta y Melilla ha salido muy caro. Los periodistas adictos al presidente nos decían que "Zapatero ratifica con hechos y no con palabras la españolidad de Ceuta y Melilla". La vicepresidenta, de las Vogue, en la misma línea curiosamente, ha afirmado que "últimamente estamos en la solemnización de lo obvio" y que "hay obviedades que no son necesarias de repetir" pues "los ciudadanos son muy inteligentes y no hay que hacerles preguntas innecesarias", para concluir igual que el periodista antes aludido: "Lo más importante son los hechos". Palabras no, hechos sí, nos dice el Gobierno. Pero la realidad es que las palabras son necesarias y los hechos no son los que nos han contado.
Las palabras sí son necesarias. No es "obvio" proclamar la españolidad de las tierras de Ceuta y Melilla. Se dice que el Gobierno no tiene que proclamar la españolidad de Soria, por ejemplo. Pero es que entre Ceuta-Melilla y Soria hay una "pequeña" diferencia: Mohamed VI no reclama (aún) Soria, pero sí reclama Ceuta y Melilla. Por eso no da igual. Por eso y porque en Derecho Internacional el silencio tiene muchas consecuencias. Comprendo que la vicepresidenta, de la Vogue, que es jueza (aunque fuera accediendo por el tercer turno), esté más acostumbrada a tratar con el Derecho nacional. Pero es que en Derecho Internacional, el silencio es asentimiento. Por eso no proclamar la españolidad de los territorios de Ceuta y Melilla cuando están siendo reivindicados por otro Estado tiene una gravedad extraordinaria.
Y ahora veamos los hechos que no han sido. En un importante artículo, Federico Quevedo ha advertido apenas el viernes 3 de febrero de 2006, que Zapatero había ido a Ceuta y Melilla porque allí "viven ciudadanos españoles". Es decir, que fue allí como pudo ir a Buenos Aires y Montevideo donde también viven ciudadanos españoles que aspiran a ser tratados igual que el resto de españoles. Quevedo decía que la visita ha servido para "volver a poner Ceuta y Melilla en la mesa de la negociación con el reino alauí, mientras Mohamed le recuerda a Zapatero los favores que le debe, entre ellos el de ser presidente, nada menos". En ese contexto, Quevedo anunciaba la "paulatina cesión de las dos ciudades al vecino del sur por la fuerza de los hechos mientras nuestro Gobierno mira para otro lado". No ha tenido que pasar ni una semana para que sepamos la verdad. Una emisora de radio, ha revelado que "España ha cedido finalmente a las presiones marroquíes y cambia el emplazamiento inicial" de la valla proyectada en Melilla. Es decir, "entregamos a Marruecos vía hechos una nueva franja de terreno de soberanía española". El presidente Zapatero, es el responsable de ello.
BIEN, PUES LO MISMO ESTA OCURRIENDO CON NUESTRAS COSTAS, NUESTRO MAR Y.....
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