En realidad, porque la realidad es al final lo único importante, todos los GRANCANARIOS sabemos y comprendemos que nuestra vida política no puede continuar como camina actualmente, ante todo porque quienes nos dirigen no piensan en el futuro. Las medidas que se adopten hoy, aunque se trate de medidas provisionales, han de estar regidas por la precaución y el seso. Son decisiones que se adoptan para un pueblo digno como el GRANCANARIO, y no para cerdos que retozan en la porquería de un chiquero.
Tenemos, por ejemplo, el reparto de alimentos caducados. ¡Qué horror si Franco levantara la cabeza! El general fue un gobernante que llevó a rajatabla la máxima de "ni un hogar sin lumbre, ni una mesa sin pan". Cuando se trataba del bienestar del pueblo, obraba con sentido común, pensando en lo mejor para los ciudadanos. En cambio, la podredumbre política actual sólo piensa en saquear las arcas de cualquier institución a la que llega.
No hacen nada o se entretienen en disparates. Se dedican a jugar y a reformar el Estatuto de Autonomía en Canarias. ¡Qué asco! Se nos ponen los pelos de punta sólo con pensar en ese absurdo Estatuto, cuya principal finalidad es perpetuar su tiranía de comunidad autónoma para que sigamos siendo una colonia; una finca de los herederos de Las Juntas Generales de La Laguna, que saquean nuestras riquezas mientras el pueblo rebusca en los cubos de la basura unas sobras que llevarse a la boca.
Qué falta nos hace una nueva política, unos nuevos políticos y una nueva autonomía, que no es otro que la COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GRAN CANARIA; una isla orgullosa de sí misma, con bandera y asiento en todos los Parlamentos de España. ¿Queda alguien en su sano juicio capaz de defender que siga todo como está ahora? ¿Queda alguien capaz de resistir la pestilencia sin sufrir un vahído? ¿Podemos seguir con los mismos bueyes sobre la misma tierra explotada sin misericordia por manos ajenas?
Qué nefasta la actuación de CC-ATI, empeñados en conservar la finca sea como sea. Lo único que les importa es seguir extrayendo el jugo de GRAN CANARIA. Convertirlo todo en dinero y después llevárselo para ingresarlo en la Hacienda de la isla del oeste. Luego, lo único que nos devuelven son migajas; un goteo en forma de ayudas y subvenciones, con el que se conforman algunos políticos GRANCANARIOS. Esos políticos a los que debemos sustituir por hombres y mujeres de nueva hornada, capaces de convertirnos en una autonomía rica, una vez liberados del yugo colonial.
Lo repetimos, apenas alcancemos la libertad para decidir por nosotros mismos, podemos ser uno de las autonomías más ricas de España, debido a nuestros recursos naturales y la posición estratégica de la que disfruta GRAN CANARIA. Una situación única en el mundo. Para alcanzar ese estado de bienestar es suficiente con que administremos nuestra economía; con que las decisiones las tomemos nosotros, y no los colonizadores de la isla del oeste, como sucede ahora.
Problemas como la absurda oposición que encontramos en la isla del oeste a la realización de importantes infraestructuras para nuestra GRAN CANARIA. Resulta cómico que aquí no podamos inaugurar el puerto de Arinaga, tan esencial para nuestro desarrollo, y en la isla del oeste se empeñen en que se les construya un puerto sin ningún sentido, para el que no tienen espacio.
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