En cuanto a la Justicia, ni siquiera se presta a una autopsia, porque las causas de su deceso, son evidentes y presenta un rigor mortis indiscutible. Venía muriendo desde 1985 y tuvo la clásica y dramática mejoría terminal que alivia los últimos instantes cuando Gallardón anunció que Montesquieu tenía razón minutos antes de exhumarlo para someterlo a escarnio. Nada se puede esperar de ella hasta que no se instaure –lo propuso Ciudadanos en su pacto, lo obvió Rajoy en su discurso y lo medio olvidó su socio en las réplicas– la independencia judicial.
Mientras esperamos tan gloriosa venida, sólo cabe congelar una mueca de desprecio –y perseverar en la denuncia aunque nos corten la luz– cuando leemos que Cándido Conde Pumpido, que tiene la corrupción en casa y que animaba con su ejemplo a mancharse la toga con la pólvora de ETA –"el polvo del camino", decía él–, será el instructor del caso Rita Barberá si alguna recusación por enemistad manifiesta no lo impide.
PUERTA GIRATORIA, JUEZ, FISCAL GENERAL Y VUELTA A JUEZ |
Otros, como la juez Mercedes Alaya –Marino Barbero redivivo– quedaron volatilizados cuando su instrucción instruyó. Por supuesto, seguirá habiendo jueces re-togados que, tras morar en la política a uno y otro lado, son jueces "conocedores"", o sea parciales, que viven en y del sistema de reparto partidista de la Justicia, cementerio de Montesquieu, osario de la Democracia.
Pasar una caja de cartón con billetes de 500 por debajo de la mesa de la cafetería, entregar un sobre con dinero a un político en una gasolinera "PEPIÑO BLANCO" socialista, ingresar en una cuenta numerada de la Isla de Man un capitalito, comer con tu abogado andorrano en la Seo de Urgel, "HONORABLE PUJOL" y darle un maletín con pasta es corrupción, pero es el chocolate del loro.
Organizar una trama de informes falsos, visados en apariencia por inspectores comprados y añadir el visto bueno del jefe, es más corrupción, pero también es el chocolate del loro.
La auténtica corrupción es la provisión de cargos públicos, la creación de empresas municipales perfectamente prescindibles, la contratación de millones de personas por todo este entramado.
La compra de fármacos hospitalarios a quien sabe qué precio, la rectificación de trazados de autovías y vías de tren, y sobre todo, la impunidad derivada de que los jueces que juzgarán a los culpables (en las escasas ocasiones en las que se descubra el pastel), saben que si se exceden no prosperarán en la carrera judicial. Incluso, si se pasan mucho con el “establishment”, pueden ser sustituidos (Alaya) o procesados (Liaño).
Esas son las mayorías reales en España. ¿Vds. creen que los que las forman actuarán contra sí mismos? Yo no lo creo. Cuando pienso en el Plan E de z-ETA-p, recuerdo que muchas veces la obra valía menos que el cartel explicativo. Y decían que z-ETA-p era tonto. Así está España.
Pretenden incluso que nos acostumbremos también a que una comunidad autónoma en la que se ha robado a espuertas –se dice que el montante hediondo es el mayor de Europa– esté fuera de la Ley, haga gala de ello atesorando sentencias melifluas y, a cambio, reciba religiosamente una subvención colaboracionista.
No hay demasiados mimbres para una segunda Transición salvo que los agitadores del bucle que amenaza ciclón, Rajoy y Sánchez, hagan mutis por el foro y los partidos resultantes se vuelvan como un calcetín. Claro que tal milagro tampoco garantizaría la sanación si quienes van detrás, son los que asoman.
En triste definitiva, los políticos delegan en el ciudadano español la lucha contra la corrupción poniéndolo a votar una y otra vez mientras entre ellos se van levantando las faldas en las portadas o en los telediarios completando el infinito y perverso bucle que engulle a nuestra historia reciente.
Hace ya más de 2.000 años que nos lo enseñaron los griegos y los romanos. La democracia como sistema, implica la corrupción sistematizada. La democracia como sistema está demostrado por la historia (antigua y reciente) que no es un sistema válido. Es un sistema que, mediante un cheque en blanco (el voto), permite que unos pocos (o bastantes), se enriquezcan y acumulen poder, a costa del trabajo y de los impuestos de todos los españoles. Ésa y no otra es la motivación de todos los que viven, de una u otra manera, del "sistema". ¿Por qué casi nadie se atreve a decirlo así?. Habrá que inventar algo nuevo. O repetir la historia...
¿Cuarenta años de dictadura?,
cuarenta años de sátrapas democráticos.
2 comentarios:
EL MARICA DE fRANCO LO DEJÓ TODO BIEN ATADO
MAFIA IO TI SALUTTO... ¿QUÉ PODÍA ESPERARSE DE LOS TRAIDORES QUE SE MONTARON EL CHIRINGUITO A ESPALDAS DE ESTE PUEBLO IDIOTIZADO? ¿HASTA CUANDO?
UN CORDIAL SALUDO.
UN BRINDIS POR UNA ESPAÑA LIBRE DE GENTUZA.
Y OTRO POR LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA.
¡AH! Y ¡¡VIVA LA GUARDIA CIVIL!!
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