UN ESCLARECEDOR ARTICULO APARECIDO EN "LA GACETA"
Hace unos meses, ya con LA GACETA en la calle, se nos presentó, enviado por un amigo hotelero de Sevilla, un individuo de nacionalidad marroquí que demostró (a lo peor su documentación estaba falsificada) haber pertenecido a la Guardia Real de su país y también, paralelamente, a los servicios secretos del rey Mohamed. Nos ofreció información de primera mano sobre el terrible atentado del 11 de marzo de 2004, pero nos aseguró que los “papeles” que acreditaban no sé qué intervención de esos Servicios en la brutal matanza de Madrid tenía que “recogerlos” en un lugar de Andalucía que no llegó a revelarnos. Quedamos en que nos traería dichos “papeles”, pero antes, en un español muy sonoro del Norte de África, nos aportó, “a modo de vermú” –dijo textualmente– dos informaciones igualmente sugestivas: la primera, que días antes del atentado del 11-M, viajó hasta la capital de España un grupo de agentes de los mencionados Servicios (le preguntamos –era de manual– si en aquel grupo figuraba él, y sólo esbozó, por toda respuesta, una sibilina sonrisa); la segunda, que la ocupación en julio de 2002 del islote de Perejil por parte, casualidad, de la propia Gendarmería Real fue únicamente un entrenamiento para saber cómo reaccionaría España ante –dijo también literalmente– una “operación más ambiciosa”.
El individuo en cuestión volvió a Sevilla según creemos, y de él, como del finado Fernández del mítico radiofonista Pepe Iglesias El Zorro, no hemos vuelto a saber nada en este periódico. Su amigo, el que nos sirvió de intermediario, nos dijo, lógicamente abrumado por la desaparición del marroquí, que “a lo peor lo habían liquidado sus mismos Servicios”. Después, algunas gentes de la Inteligencia española a las que acudimos para verificar todos los extremos de nuestra información negaron tener el menor conocimiento del sujeto en cuestión, y por tanto de su paradero. Obvio es añadir que tampoco estos informantes volvieron a dar señales de vida.
La “traición” de Aznar
He pensado en estos días en este episodio porque, tampoco hace mucho tiempo, un grupo de periodistas que cenaba con el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, llegamos al convencimiento, después de escucharle, de que la intervención de Perejil que él ordenó y que concluyó con la derrota de los gendarmes reales y la famosa foto de un soldado español colocando nuestra bandera en lo más alto del islote tuvo por segundo fin (el primero fue, naturalmente, el rescate del islote) significar que el Gobierno español de entonces no toleraría ningún otro movimiento militar invasivo en tierras de nuestra soberanía. Obviamente, todos entendimos que estábamos hablando de Ceuta y Melilla. Hay que recordar, por otra parte, que en aquellas fechas del verano de 2002 la Prensa marroquí, fuertemente intervenida por el régimen de Mohamed, advertía con las peores palabras de la que llamaba la “traición de Aznar” respecto al apoyo de España al censo de saharauis. Los periódicos del sistema dictatorial del rey insistían, claro está, en la permanente reivindicación de nuestras ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, y amenazaban con revisar los acuerdos bilaterales de pesca, con exigencias económicas nada más y nada menos, como el pago de 90 millones de euros al mes por faenar en sus aguas.
Por cierto: ¿hace falta mencionar cuál fue la reacción de Zapatero ante la decisión del Gobierno aznarista de intervenir en Perejil? ¿Es necesario abrir las hemerotecas y rememorar que el actual presidente comparó la restauración del orden territorial español en el islote con la presencia militar de España tras la guerra de Irak? ¿Fue entonces Zapatero un político leal a España y a su Gobierno? El pasado viernes, y en exclusiva, LA GACETA reproducía las palabras de quien se hace denominar “portavoz oficial de los boicoteadores”, Mounain Chaouki, que reconocía sin ambages: “El Partido Popular es el enemigo del mundo árabe y marroquí; por suerte, quien gobierna en España es el Partido Socialista”. Por tanto: ¿de qué clase de lealtad habla el polifacético y único ministro de este Gobierno, José Blanco? El citado agitador avisaba de que el actual boicot, o sea, los incidentes en la frontera, “sólo” se han aplazado hasta el fin del Ramadán.
Los viejos temores
En estos días, por otra parte, los mismos diarios y todo el régimen que han alentado el susodicho boicot en la frontera melillense, y tras la visita de Aznar, han arremetido contra el antiguo presidente con declaraciones tan terminantes como la del portavoz real, que ha calificado la visita lisa y llanamente de “provocación”. Curiosamente, el Gobierno español, que ha estado absolutamente desaparecido en todo este último conflicto, sólo ha reaparecido para, por boca del único ministro que existe, José Blanco, patinar espectacularmente alineándose con la tesis del Gobierno de Mohamed VI. Zapatero ha dejado que su poliforme ministro, que lo mismo habla de subida de impuestos que de relaciones exteriores, supla la inanidad del titular de Interior, bañándose durante todo el conflicto en la playa asturiana de Niembro, o la espectacular ocultación del canciller Moratinos, que no ha dicho ni una palabra en todo el tiempo que ha durado la crisis que ahora niega.
Después de la actuación de los saboteadores marroquíes en Melilla, y comprobada la persistente conducta del Ejecutivo del rey Mohamed, han vuelto a resucitar nuestros peores temores. En consecuencia, nadie sobra en nuestras ciudades africanas, que no han sido, recuérdese el dato, nunca propiedad de los alauitas, de un país que no existía cuando ya Melilla, por ejemplo, pertenecía a la Corona de España. Sabemos que nuestro todavía Gobierno –compuesto por ministros desaparecidos en verano, otros irrelevantes y un único supertitular que parece ostentar toda clase de carteras– huye, como de la peste, de cualquier actuación que pueda incomodar al vecino Reino. No tranquiliza, ni mucho menos, esa política; máxime cuando, como ya hemos venido diciendo en nuestro periódico, Máximo Cajal es el diplomático que Zapatero eligió en su día para conducir su fantasmagórica y carísima Alianza de las Civilizaciones. Cajal, ya lo conocemos todos, tiene escrito que no existe más solución que “devolver” nuestras provincias, Ceuta y Melilla, a Marruecos. ¿Nos puede dar confianza que Zapatero tenga por consejero a un personaje así?
¿Cómo actuaría Zapatero?
Si, como hipótesis nada descartable, el rey de Marruecos arrecia en sus protestas y, para disimular sus problemas domésticos, decide inventarse una estrategia de confrontación directa, una operación semejante a la invasión de Perejil, o aún peor, la que ordenó su padre, Hassan II, con la marcha verde sobre el Sáhara, ¿estamos seguros de que el actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, replicaría con una orden como la que en su momento se vio obligado a dar José María Aznar en Perejil? Fuentes militares de todo crédito nos vienen insistiendo desde hace meses en que actualmente nuestras ciudades nor-africanas no están convenientemente defendidas. Eso lo denuncian nuestros técnicos y naturalmente lo sabe el rey Mohamed, que, a mayor abundamiento, conoce que los mayores éxitos de su país en la política del palo y la zanahoria con respecto a España se han producido cuando en nuestra Nación ha existido un Gobierno débil. Nadie sensato puede afirmar que el de Rodríguez Zapatero, aparte de ser el peor de nuestra democracia, sea, ahora mismo, otra cosa que un Ejecutivo transigente, repleto de contradicciones, nada vigoroso. A los españoles, a los melillenses, ¿les puede tranquilizar una situación así?
4 comentarios:
Todo esto es muy grave. De todos modos, se esperaba. Solo hay que echar una mirada a la composición del gobierno Zp para que, si eres un país vecino, que no amigo, te entren unas ganas tremendas de invadir, Ceuta, Melilla, las Canarias y la Pénínsula Ibérica entera.
Los atentados del 11M, nunca sabremos quien o quienes estan implicados. Hay demasiados agujeros negros. De todos modos, la información de la Gaceta es clarificadora. Saludos.
A veces pienso que este gobierno estaría muy bien dirigiendo los destinos de cualquier país comunista.
Parecen unos talibanes.
Pero al final, lo sabremos todo y quedarán claras las posiciones actuales y que es lo que ya no poseemos.
Hasta se les ha escapado en el comunicado conjunto lo de "Dios asista a Mohamed VI" (y al rey de España citado a continuación que le den viento) al final veremos a los laicistas furibundos y cristianófobos poniendo velas para que Otro les haga el trabajo...(esta foto es mucho más bonica)
Maribeluca, ellos como siempre, justamente donde quieren estar, en la situación de coger todo lo que puedan y si pueden continuar chupándonos la sangre.
La foto deja claro, como debe quedar España, LIMPIA.
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