MUCHOS CREEN, QUE TENER UN BLOG, ES ESTAR A LA MODA.
UN BLOG, ES PARA EXPRESARTE Y QUE LA GENTE QUE LO DESEE, ENCUENTRE UN LUGAR DONDE COMENTAR O DECIR LO QUE LE APETECE, NUNCA PUEDE SER UNA FUENTE SIN AGUA.
Al poco de ponerse en marcha aquella campaña en la que se regalaba un dominio .es por un año desembarcaron en la blogocosa una cantidad ingente de nuevos blogs con gente muy joven al mando.
Todos esos blogs se unieron a los que se habían abierto con el estallido del efecto dominó de la moda impuesta de tener un blog.
Es divertido observar como algunos nuevos bloggers recuerdan a aquellos imitadores de los yuppies que se compraban un traje y un maletín, salían a la calle a comerse el mundo y se sentaban en un banco de cualquier plaza del barrio con una birra de litro para quince a esperar que el éxito les cayera del cielo.
Mucho de lo que se pueden leer en los blogs de algunos lechones 2.0 no son más que textos “engolados”, mensajes que seguro no expresarían en el mismo tono y forma de tener que hacerlo de viva voz ante las personas a las que se dirijen o sobre las que escriben, pero se supone que había que iniciarse de alguna forma en esto tan traído de la “democratización digital” y “la expansión de la blogosfera”.
No pasó mucho tiempo para que muchos se dieran cuenta de que no todo el mundo tenía la necesidad obligatoria y vital de contar lo que sea con periodicidad, algunos ni la inquietud siquiera.
No todos lo entendieron como un medio personal de puta madre para beber de millones de fuentes para compartir y aportar a medida que se iban absorbiendo conocimientos y experiencias.
Creyeron que bastaba con pinchar en el botoncito de publicar para que sonara el timbre y al abrir alguien les plantara en los morros un contrato millonario para llevar el contenido de su blog a Hollywood y que no habría televisión, radio, periódico o top que no citara, día sí y día también su opinión sobre la comunión del primo Paco que acababa de postear.
El resto sería una vida de lujo, de promiscuidad de calidad, coches con tuneos serios de fábrica y todo tipo de caprichos inmobiliarios y estéticos sólo vistos en aquellas series de los viciosos de Miami.
Pasado ese posible espejismo traumático de la Fama los más cabales (que ni siquiera la contemplaron nunca) siguieron a su rollo asumiendo que la cantidad (numérica) de lectores o visitas acumuladas, premios, influencias y demás luciérnagas a pilas no eran más que una mierda comparándolas con la satisfacción de poder escribir, dibujar, fotografiar o grabar y mostrar lo que les salía de las yemas con total libertad.
Y como otros sospecharon, de todos aquellos partos múltiples y prematuros, llegaron estos cementerios.
3 comentarios:
Hace unos cuantos años Internet era un conjunto de páginas estáticas a las que podías acceder y que eran poco más que meros escaparates de lo que hacían empresas, particulares, colectivos, etc. Alguien encargaba o se creaba una web, la dejaba ahí y con el paso del tiempo permanecía estática y cogiendo polvo sin que nadie la modificara.
Con los blogs y otro tipo de aplicaciones esto ha cambiado y ahora la renovación de los contenidos es casi diario, pero sólo en algunos casos. No sé si te habrás dado cuenta de la cantidad de blogs abandonados que se mueren de asco en la Red sin que nadie les haga caso, sin que nadie los visite y que sólo reciben alguna visita de gente que llega allí por los azares del destino o por algún enlace perdido en alguna parte.
Los millones de blogs abandonados son el reflejo exacto de una sociedad que vive el presente por encima de todo. Ya me imagino la escena: alguien decide iniciar un blog con la pretensión de conseguir millones de visitas en una semana, popularidad, poder, dinero, etc y si a la semana no lo consigue lo abandona.
La moda de tener un blog que nos invadió hace un tiempo también tuvo mucho que ver. El resultado son millones de bitácoras abandonadas. Cuando circulo por la carretera tengo cuidado para no atropellar a algún pobre blog que fue abandonado en la cuneta por su dueño igual que hacen con los perros cuando ya no les hacen gracia.
Creo que las posibilidades que nos ofrecen los blogs para expresar con inmediatez nuestras impresiones, nuestras críticas, denuncias, reconocimientos o reflexiones sobre lo que nos va sucediendo a lo largo de la vida constituyen una herramienta magnífica que va más allá de tener más o menos visitas, de ser reconocido o de convertirte en el gurú, el Papá o el santón bloguero de turno.
Escribir un blog y contar a los cuatro vientos lo que te va surgiendo es gratificante, pero también creo que supone crear un hábito, una dinámica que no te ate como una maldición a las continuas actualizaciones, pero creo que si decides empezar algo, es mejor pensárselo y si no estás dispuesto a continuar, mejor no escribir la primera línea. Pero cada cual es libre de hacer lo que crea conveniente con su vida y con su blog.
Otra gran obstáculo que se encuentran los que se acercan a los blogs como autores es la ortografía. Si dieran premios a los blogs con más faltas de ortografía, habría muchísima competencia, pero como en todo, es básico conocer y manejar las herramientas para llevar algo a cabo. Lo básico para escribir un blog es saber escribir correctamente o salvar con correctores los errores.
Si quieres dedicarte a escalar montañas, como mínimo deberás empezar por conocer los fundamentos básicos de la escalada. Si te dedicas al tenis, deberías conocer también como mínimo qué ocurre cuando le das a la pelota con la raqueta de una forma u otra. Con los blogs ocurre lo mismo.
Pero con los blogs ocurre algo curioso: un buen montón de gente a la que no le gusta leer, se embarcan en una aventura para escribir. Con el tiempo, descubren que tener un blog mola, pero no mola actualizarlo y comienzan a echar mano del copy & paste. Y la blogosfera se llena de millones de entradas similares, cuando no idénticas.
Ensaladas de plagios y macedonias de copypastes, con algunas excepciones es la cruda realidad de la blogosfera hoy. No obstante aquellos que tienen algo que decir y que lo dicen o lo expresan con originalidad o nuevos enfoques tienen todas las de ganar en esta lucha por la supervivencia darwiniana en la que la mortalidad creciente beneficia a los más dotados.
J. R. me dijo una vez, y tiene toda la razón, que él quería protagonizar el crack de los blogs, no el boom. Cuando llegue el crack y los blogs pastel dejen de existir, los blogs propiamente dichos y con contenido real, serán los que nos sirvan de referencia.
No abandones tu blog, él nunca lo haría.
Pues cuando yo comenzé en la blogosfera, hará dos años dentro de un mes, no tenía ni idea de lo que era un blog y la de repercusiones que podría tener.
Tan sólo, que al no saber de diseño de página web, el blog me daba la oportunidad de poder compartir con los demás lo que más me gusta hacer en esta vida, que es cocinar.
Han pasado dos años y sólo he recibido gratitudes, alegrías, nuevas enseñanzas y amistades. Lo recomiendo hasta como terapia porque enriquece la vida de una manera difícil de explicar.
Es verdad, que durante estos dos años muchos de mis blogs amigos de cocina han dejado sus blogs abandonados. Unos por falta de tiempo, otros porque no están bien consigo mismos, otros por circunstancias personales, etc...
Lo único que yo se es que a día de hoy tengo una dependencia increíble de mi blog. Lo necesito y disfruto cada momento que paso actualizándolo y hablando con mis blogs amigos.
El que deja abandonado por completo un blog es que realmente no vive y ama lo que plasma en él.
Buen fin de semana,
Esta es mi Monika, siempre al pie del cañón y siempre tiene la palabra exacta.
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