ISLAM, NO, GRACIAS

LA GOTA YA HA DESBORDADO EL VASO, O NOS MOVEMOS O NUESTROS NIETOS SUFRIRÁN LA IGNOMINIA DE ESTAR SUPEDITADOS AL ISLAM POR CULPA DE NUESTRA COBARDÍA.

Parece que estemos en una novela de Orwell. Dos musulmanes masacran a un soldado inglés en la calle citando versículos del Corán y gritando “¡Allah Akbar!”.

Un soldado francés ha sido acuchillado en el cuello, por un musulmán.

El 11M, según los politicos y la prensa apesebrada, fue provocado por musulmanes.

El 11S, según los politicos y la prensa apesebrada, fue provocado por musulmanes.

Y muchas cosas más que están ocurriendo y son silenciadas por la prensa apesebrada al poder politico.

Inmediatamente después, el primer ministro Cameron declara que “esto no tiene nada qué ver con el islam”, y que se trata de “una traición al islam”. 

El alcalde de Londres, Boris Johnson, se apresura a seguirle los pasos diciendo exactamente lo mismo. Y los periódicos no pierden un minuto en intentar justificar esta acción delirante. 

El PP y el PSOE, más o menos cierran filas y acuerdan que fueron musulmanes, pero siempre cerrado otras puertas a la verdad o a la investigación.

De Obama, mejor ni hablar, cuando la realidad de EEUU es que el islam esta dentro de su país y jodiendo la marrana a sus anchas.

Suecia esta ardiendo por los cuatro costados desde hace un mes, a raíz de una entifada declarada por musulmanes y la prensa silencia estos actos.

Y descubrimos que los comentarios a esas noticias están cerrados, porque no se quiere que los lectores puedan escribir: “Esos artículos son un montón de idioteces”. La prensa tergiversa las noticias.

Todos los medios de comunicación masivos llevan a esos politicos y a su política de “acercamiento de las comunidades” y la “necesidad de no estigmatizar al islam” a los altares. 

Sin embargo, el islam debe ser señalado, ya que está claramente presente al 100% en estos crimen.

Cuando los gobernantes declaran: “Esto no tiene nada qué ver con el islam”, pareciera que estamos en la Unión Soviética o en “1984″. 

Aquí pondría las fotos censuradas por los politicos y la prensa. Si alguien las quiere ver, que me las pida.

Es simplemente extravagante. Hay una fractura completa, un abismo, entre los dirigentes y la población europea tradicional. Europa está en manos de vendidos, ya sea Cameron, el alcalde de Londres, ZP, Rajoy y Hollande o los redactores de los periódicos apesebrados. Es espantoso”.

“La gente ya no tiene derecho a hablar y son llevados ante la Justicia por “incitación al odio racial” si se atreven a decir algo. 

¿Nadie se da cuenta de que todo esto es pura demencia? 

¿Nadie ve lo que va a ocurrir dentro de 20 o 30 años, con una población musulmana que duplica su número a cada generación?

 Europa es la historia repetida de la caída del Imperio Romano, la diferencia es que tanto las causas de esa caída como los finales posibles son otros más actuales, pero en el fondo la Europa que conocemos está condenada por su propia decadencia.

Los hay que se piensan que esta teoría es una falacia y que el impacto demográfico que estamos viviendo a causa de la inmigración no traerá sus consecuencias. Ya las tiene en la actualidad, como para pensar que no traerá otras en el futuro. Lo de que en Holanda muchos pueblos y ciudades tengan mayoría inmigrante, o que en Londres menos del 50% sean británicos de raza blanca, o que los edificios emblemáticos de Birmingham sean ahora mezquitas, son también una falacia. Menuda propaganda la de la multiculturalidad.

La realidad es que en los últimos 20-30 años hemos sufrido un cambio brutal, ¡en tan solo dos o tres décadas! Hay que ser muy ingenuo para pensar que en otros 20-30 años el panorama no será aún más desolador. Aunque claro, desolador dependiendo de para quién; para la población nativa europea y los que defienden su identidad y supervivencia como pueblo sí, para los colaboracionistas que están en contra de su propio pueblo y defienden la inmigración masiva y la imposición del islam, no.

Estos que están vendiendo el futuro de los europeos como si fuese un objeto de mercadillo se esconderán en sus madrigueras cuando ya nada tenga remedio, los demás a tragar y a callar porque no podrán hacer otra cosa.

El odio al Islam -justificado, justificable o no- no es ni puede ser una forma de racismo por definición, porque el Islam no es una raza sino una religión profesada por individuos de todas las razas del planeta. 

También por personas de todo tipo de extracción y condición aún cuando abunden en demasía los salvajes del tercer mundo, los esbirros irreflexivos de sociedades acríticas y autoritarias y últimamente, los sociópatas de la turba del lumpen-proletariado inmigrante. En realidad, el Islam, en lo moral, es mucho más simple que el Cristianismo puesto que se reduce al cumplimiento ritualista de ciertas instrucciones divinas y no en el uso juicioso y discriminativo de una buena intención moral. 

Por eso también es una forma de religión adecuada para seres muy elementales y sin una formación moral profunda y versátil. Véase la Nación del islam de los negros en los EE.UU. que obtuvo un éxito notable reestructurando y guiando muchos de ellos en las cárceles.

El problema, no obstante, no es lo que el Islam sea, no sea o pueda ser o dejar de ser. El problema es que los jueces y los ideólogos de la política de nuestras sociedades cínicamente faltan al precepto más elemental de objetividad de la ley y alteran o extienden de un modo incongruente el significado de los términos en los que se redactan las leyes. 

Incapaces de legislar a su capricho, malinterpretan y desfiguran descaradamente y falsean algo que está por encima de la ley y que constituye el fundamento del sentido de ésta: la honesta acepción de las palabras.

Esa “heurística” trápala es la desgracia del mundo del derecho y la prostitución generalizada de eso que puede que nunca haya existido y que quiso pomposamente presentarse como la “ciencia del derecho”. 

Abogados, jueces, magistrados, diputados,… no son sino verduleras políticas y vendedores de aspiradoras de segunda mano.

¡Y está prohibido hablar de ello! Lo que ha ocurrido, acaba de ocurrir o está ocurriendo es tan demencial que para muchas personas, entre ellas yo mismo, el vaso se acaba de desbordar”.