GRAN CANARIA DEBE CONSTITUIRSE EN AUTONOMIA PROPIA
Como era previsible, el actual Gobierno autónomo nacido de la unión de Coalición "Canalla"-ATI y el mal llamado Partido "Popular", pues no es representativo del pueblo sino de la burguesía más conservadora y ultraderechista, continúa con su programa de despojos a Gran Canaria, contando con la complicidad de D. José Manuel Soria López, resentido por su fracaso electoral, a la que si no defendió cuando fue Presidente del Cabildo ya que nunca denunció atropellos que cometía el ejecutivo regional ático, es ilusorio pensar que lo haga ahora que ostenta dos carguitos: Vicepresidente y Consejero de Hacienda. Por su algún "pepero" considera exageradas esas afirmaciones, le informo que el Sr. Soria siendo Presidente del Cabildo, en una entrevista que sostuvimos en Enero de 2006, cuando me referí a las consejerías y organismos autónomos que el "jodierno" de Coalición "Canalla", del que también el PP fue compinche en la pasada legislatura hasta que fue ignominiosamente expulsado, había trasladado de la Real Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a la Capital de Tenerife y en aquel momento también de la Autonomía, me contestó que "eso no le preocupaba porque así tenemos menos funcionarios", como si no los pagáramos también los grancanarios y no generaran beneficios económicos para nuestra Capital e isla. Quedé tan perplejo por su respuesta que no acerté a replicarle. ¡Así defendió a Gran Canaria D. José Manuel Soria López, Presidente de su Cabildo! ¡Y pretendía alcanzar mayoría para su reelección!. Mayor cinismo no se concibe. A estos despojos que, como se observa, el actual ejecutivo no tiene intención de restituir, hay que añadir la negativa a subvencionar el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. El Gobierno regional tampoco quiere colaborar en la rehabilitación del Sur grancanario, negándose, según ha denunciado el actual Presidente del Cabildo, D. José Miguel Pérez García, a la limpieza del palmeral de Maspalomas -creía yo que era competencia del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana-, lindante con el que, según sus palabras, ha sido declarado "mejor Hotel del mundo" por un organismo internacional cuyo nombre no retuve. Para la Sanidad privada se le concede 54.000.000 de euros a Tenerife y 20.000.000 a Gran Canaria. Igualmente pretende impedir la declaración de Patrimonio de la Humanidad para Vegueta-Triana; y no están nada claras sus intenciones para con el Puerto de La Luz y de Las Palmas. También en el reparto de las cantidades que ambas ciudades principales del Archipiélago han de percibir para compensar el coste de la capitalidad regional, el Consejero de Hacienda del "jodierno" autónomo Sr. Soria López, "grancanario de pro", ha manifestado que serán "equilibradas", o sea, iguales, sin contemplar el número de habitantes, lo que es lesivo para Las Palmas de Gran Canaria por su superior población, casi el doble que la de la Capital tinerfeña y así lo ha demostrado la Concejala y Presidenta de Compromiso por Gran Canaria, Nardy Barrios Curbelo, una santacrucera-tinerfeña que defiende más a Las Palmas de Gran Canaria que muchos coterráneos que ostentan cargos. ¡Otro atropello que sumar!. Y van... Es una persecución sistemática a todas las iniciativas grancanarias, un programa perfectamente elaborado por ATI. Aparte de todo lo citado, el esquizoide, paranoico y obnubilado Director-editor-propietario y gran inquisidor del periodiquejo chicharrero "El Día" -si es el más vendido y leído de Tenerife, es obvio que sus lectores se identifican con él-, Don Pepone Rodríguez, sigue obstinado en sus delirantes editoriales domingueros en acusar a Gran Canaria y a su Capital como grandes obstáculos para la "unidad" de Canarias -debería decir en coherencias de T-inerfenias- y en ¡exigir! que se le quite el Gran a Gran Canaria ya que no es la isla más grande -esto es indiscutible- y la más importante -en esto falla totalmente porque lo es man que le pese-. El GRAN de esta isla se remonta a 1405, cuando el lugarteniente del conquistador normando Juan de Bethencourt, Gadifer de La Salle, fue derrotado por los aborígenes en Arguineguín, y la denominó Gran Canaria por la valentía de sus naturales, lo que se recoge en 1420 en "Le Canarien"; posteriormente fue llamada así en reales cédulas de los Reyes Católicos, Juana de Castilla, Carlos I, Felipe II y demás soberanos. Esto lo sabe ese aprendiz de brujo periodístico, pero miente a plena conciencia para engañar a sus ignorantes lectores que aceptan sus "encíclicas" como dogmas de la fe chicharrera. También miente con premeditación y alevosía, cuando afirma sin ruborizarse que a la mal denominada Santa Cruz de Tenerife le corresponde por derecho "histórico" (¿) la capitalidad del Archipiélago, omitiendo descaradamente que carece de historia, categoría y alcurnia ya que hasta el 26 de Agosto de 1803 fue un barrio arrabalero de La Laguna, capital entonces de Tenerife. También esta isla merece el GRAN por su heroica resistencia a la conquista castellana, que duró ¡cinco años! y no hubo derrota de los aborígenes, sino un pacto, mientras que la conquista de Tenerife no llegó a los dos años y sus primitivos pobladores fueron totalmente derrotados en Acentejo. Me parece muy bien que Jerónimo Saavedra, José Miguel Pérez, Nardy Barrios y Juan Fernando López Aguilar denuncien las tropelías que sigue sufriendo Gran Canaria, pero de ahí no pasan y a los áticos les resbalan estas protestas porque sabe que son inofensivas. Como está demostrado que los políticos grancanarios no van a decidirse por acaudillar la iniciativa de la autonomía para Gran Canaria, que es posible según el apartado 2º del artículo 143 de la Constitución Española, en el que se refiere a la isla, es necesario y urgente que se cree una comisión de patriotas grancanarios que, previa información en los medios de comunicación, convoque una magna manifestación popular similar a la de la pro-Universidad, que obligue a los políticos locales a seguirla y defenderla aunque sea por interés electoral, como sucedió con la universitaria y ahí tenemos los resultados; ellos, precisamente los de izquierda, no eran partidarios de la duplicidad de universidades pero tuvieron que ceder y aceptar ante la demanda social. Ahora habría que repetir la convocatoria para lograr la autonomía de Gran Canaria, pues la situación es cada vez más insostenible. Se están dando demasiadas vueltas a la tuerca, se está tensando en exceso la cuerda y aquella terminará por pasarse y esta por romperse. Lo que no entiendo es que el Grupo de Opinión "Tamarán", que semanalmente replica con gran acierto a las sandeces de Pepone Rodríguez en "El Día" chicharrero y denuncia los continuados atropellos que soporta Gran Canaria, que aplude sin reserva la división provincial de 1927, no comparta esta propuesta de autonomía alegando que "las circunstancias son distintas". No estoy de acuerdo ya que, en mi opinión, son similares; opresión e imperialismo chicharreros. El historiador D. Agustín Millares Cantero despeja todas las dudas en su estupendo y clarificador libro "Santa Cruz dominadora". Se está repitiendo la historia; la única diferencia estriba en que en aquellas épocas pretéritas Gran Canaria contaba con auténticos patriotas que no se resignaron a soportar el yugo chicharrero. Hablan del rompimiento de la región. ¿Qué región es esta en la que Tenerife pretende la hegemonía sojuzgando a las demás islas, particularmente a la principal, Gran Canaria?. Yo aceptaría la región si, además de la capitalidad, el Parlamento también fuera compartido y se reintegraran a Las Palmas de Gran Canarias las consejerías y organismos autónomos expoliados. Y así soy benévolo pues en puridad y rigor histórico la capitalidad, el Parlamento, el Tribunal Superior de Justicia, la mal llamada Audiencia de Cuentas, etc., deberían radicar en esta Ciudad, que ejerció como Capital de Canarias más de tres siglos al estar aquí la sede de todos los organismos de ámbito regional de la Iglesia y de la Corona. También se exponía que la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria rompería la ficticia unidad regional. Falacia total porque no aconteció tal presagio. La autonomía de Gran Canaria -Cantabria la posee con bastantes menos habitantes- tampoco fragmentaría la región sino que la fortalecería ya que no se apartaría de ella en modo alguno y se mantendrían relaciones fraternales con las restantes islas, especialmente con Tenerife, en igualdad de condiciones, pero administrando y disponiendo cada autonomía de su hacienda. Y esto no es insolidaridad, sino realismo, pues seriamos solidarios con la isla o islas que lo precisasen. La gran mayoría de los grancanarios no solamente desconoce la historia de la isla -y de Canarias- sino las tremendas tropelías cometidas por la mal llamada Santa Cruz de Tenerife, cuando en buena parte de los siglos XIX y XX, hasta 1927, fue contra el derecho histórico, capital del Archipiélago. Como ejemplos cito algunas de ellas: un Capitán General ultrachicharrerista pretendió invadir militarmente a Gran Canaria por su rebeldía al injusto status quo. Arrasaron los bosques, llevándose la madera para Tenerife. Cuando la mortal epidemia del cólera incomunicaron a la isla totalmente impidiendo la entrada y salida de buques por lo que no pudo recibir ayuda médica y medicamentos. Pero cuando se declaró en Chicharronia la misma epidemia, no se preocuparon de aislamiento alguno. Esto y muchísimos más atropellos están minuciosamente enumerados por el Dr. Millares Cantero en su citada obra, cuya lectura recomiendo a todos los habitantes de Gran Canaria. Allí queda claro que los chicharreros utilizaron procedimientos auténticamente pre-nazis. Los actuales políticos no se asemejan a sus predecesores que defendieron a la isla con toda su energía, como D. Juan Negrín López que, siendo Diputado, impidió en el Congreso, cuando se discutía la constitución de la II República, una vil maniobra chicharrera, en intento de restablecer la Provincia única con capital ¡faltaría más! en Santa Cruz de Tenerife. Ahora, los representantes grancanarios siguen las órdenes de sus centrales en Madrid aunque perjudiquen a Gran Canaria y traicionen a sus electores. Lamentable y reprobable.
Carmelo Dávila Nieto
Sr. Dávila, tiene usted razón: contar con las fuerzas vivas santacruceras para formar la unidad de Canarias es una utopía. Posiblemente habrá que fundar la Autonomía en bases insulares, unidas, en todo caso, por medio de una Confederación Autonómica. Sin respeto, y de eso Santa Cruz sabe mucho, no es posible. Ahul.
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