Es incomprensible, por lo menos, para mí, que la Justicia en España, se imparta constitucionalmente, utilizando el nombre del Rey y quienes tienen, ésa obligación, se dediquen a interpretar “teatralmente”, la Justicia, como si fueran actores, en busca, del Goya correspondiente, en vez de hacer cumplir, lo que, entre todos, hemos decidido y autorizado constitucionalmente.
Eso, no es justicia, eso, sólo se puede reflejar, cómo, ideales políticos de personas, que, por el mero hecho de vestir de negro y con puñetas, ya creen que sus palabras y actos, son “palabra de Dios, te alabamos señor”.
Alguien dejó dicho, que el ejercicio de la Justicia, debe recaer en personas, con templanza que si, además, sabe Derecho, ejercerá su labor con provecho para la sociedad.
Lo más bonito del caso, es que estamos obligados, a acatar, las sentencias, aunque no estemos de acuerdo con ellas. Lo que deja muy claro, que éso, no es justicia, éso, es dictadura antidemocrática (D.A.D. por sus siglas en inglés).
Mientras que a los políticos que legislan las leyes, no se les exijan los estudios necesarios y experiencia probada, mal vamos, porque estamos dirigidos, por estúpidos, e ignorantes, que sólo miran su bolsillo y así, nos luce el pelo.
¿Por impericia, o por estulticia?... los mecanismos para la elección, evaluación de fiscales y jefes, son cómo, las partes pudendas de la “Bernarda”, toqueteadas y maltratadas por todos.
Cualquier persona, que decida presentarse a unas oposiciones, para acceder a la carrera Judicial, lo hace voluntariamente, porque sabe en dónde se va a meter. Por lo tanto, no puede entrar en dicha carreta, a destruir, lo que en justicia ha creado el pueblo. Lo que el pueblo ha decidido que se legisle, una sociedad democrática de verdad, justa y libre.
A la carrera judicial, no se llega a interpretar las leyes, se llega, a impartir justicia, justicia, que está descrita en el B.O.E., justicia, que se ha estudiado y re-estudiado por los representantes del pueblo, que son los diputados, elegidos democráticamente y no, unos personajes, que llegan a mitad del partido y nos cambian las leyes, que funcionan.
Han pasado más de 20 años, que Pedro Pacheco (exalcalde de Jerez), puso el dedo en la llaga, al decir, que “la justicia, es un cachondeo”. No veo indicios de mejora. Sólo veo, que, a la actualidad me remito, Pedro Pacheco, tenía razón. Lo empitonaron y lo condenaron por decir la verdad.
Pero, ¿qué pasa con la Justicia?, la Justicia, divide a las personas, entre malos, perversos, delincuentes y ellos. Es decir, todos somos reos de sospecha, menos los miembros de la profesión, ellos, nunca fallan y si fallan, son humanos. Puestos en ésta tesitura, toda la organización funciona, contra las personas y si se vislumbra, la posibilidad de salir en los medios de comunicación, para qué decir, te incluyen, en la lista de sospechosos de la muerte de Viriato…
Un profesional, cuándo se equivoca un ingeniero, un arquitecto, que se les cae un puente, o una casa, tiene su responsabilidad, tanto pecuniaria, cómo de cárcel. Un fiscal, o un juez cuándo se equivoca, ¿No tiene ninguna responsabilidad? ¡¡Ah, no!!, no hablamos de lo mismo, que él está por encima de la Ley y por encima de cualquier cosa, punto pelota, se acabó la sinrazón.
Permitir tramitar un caso, a cualquier cretino con toga, que los hay en el panorama patrio. Y que decide, por ejemplo, que efectivamente, la madre de ése niño sometió a trato vejatorio tipificado, por lo que se ve, en el ordenamiento jurídico español a ésa pobre criatura y que la condena comporta entrar en prisión (no estaría de más que nos dijera el fiscal en qué ley española dice que por quitar el móvil a un niñato te corresponden diez meses de cárcel).
¿Nadie se da cuenta, excepto el juez decano, que éso supone el fin de ésa familia y el fin estructural del adolescente mal inducido? ¿Nadie se apercibe de la pérdida de tiempo que supone para la Administración de Justicia debatir estupideces como la presente? ¿Nadie va a llamar la atención, a un fiscal, que por impericia ha puesto en peligro a una familia y ha hecho perder tiempo y dinero público, a la burocracia judicial? ¿Tampoco al fiscal Jefe que visó la acusación?
Hace unos días, un mindundis, se rió de la religión católica en una gala carnavalesca. Fue denunciado por un grupo de abogados católicos. Y el Fiscal jefe, le quita la denuncia al Fiscal que le correspondió en suerte, para ejercer él, de amo y señor en la causa.
Cuando leí la noticia en la prensa, ya me vino éste post a la mente y me dije a mi mismo, otra causa que se archiva, a la voz de ¡¡ya!! y eso, es lo que ha sucedido. ¿De qué puedo extrañarme, si es el camino de siempre, cuándo se ofende a la religión católica, en cualquier lugar de España? Otra cosa, habría sido, si la ofensa fuese dirigida contra el islam, agárrate y no te menees. Los imanes lo han dejado muy claro, la cosa no habría quedado así, ellos habrían hecho justicia coránica y por supuesto, la justicia española habría cerrado la boca.
En ésta isla, tenemos denuncias presentadas ante los juzgados, por la manipulación de cadáveres, que siguen perdidas, en el tiempo de la burocracia. Hay denuncias de violaciones de menores y proxenetismo, a la espera de que…, al parecer todo caduque, como lo ocurrido hace años, en el Puerto de la Cruz.
¿Lograremos que éste tipo de cosas, llegue a los verdaderos legisladores para que lo cambien? No, por Dios, estamos perdiendo el tiempo en cosas más importantes, la equidad y efectividad de la Justicia es baladí, aquí, lo importante, es saber, si se le corta el rabo, al perro de Ramón Ramírez, que éso sí es urgente y necesario.
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