domingo, 15 de enero de 2017

PROXENETAS Y PEDERASTAS

REALMENTE YA DEJARÉ DE PRE-ADJETIVAR COMO “PRESUNTO”, LO QUE EN REALIDAD ES UNA VERDAD COMO LA COPA DE UN PINO.
Foto de archivo, sin relación con el post, de momento...

Llevo meses dando la vara y denunciando públicamente a unos personajes con más rostro que la pared de un frontón. Personas, que viven de la explotación libre de sus decisiones, aunque ellas vayan en contra de la Ley, que en éstos casos, son faltas y delitos de libro, otra cosa es, que, a quienes les compete investigar y sancionar ésas faltas y delitos, se dediquen a cumplir con su deber.

A todos ésos funcionarios, que les pagamos a final de mes, debemos recordarles para que están en ésos despachos, a la vez que les recordamos una máxima, al parecer, desconocida para ellos:

“LA OMISIÓN DEL DEBER DE PERSEGUIR UN DELITO, ES UN DELITO”

Podemos empezar a desenmascarar a los funcionarios, que en la actualidad permiten, con su omisión del deber, que el control oficial y legal de los cadáveres en ésta isla, sea solo una mera cuestión en la que cada cual, haga lo que le venga en gana.

Aclaremos, que, entre prácticas ilegales sobre cadáveres, sin permiso de sus familiares, sin permiso de la compañía aseguradora correspondiente y por supuesto sin permiso oficial de las autoridades, deja muy claro que alguien no está cumpliendo con su deber. Los cadáveres no van de un lado a otro por su propio pie, esto no es "The Walking Dead", por lo tanto, “alguien”, o “algunos”, los lleva de un lado a otro.

Que existan personas, que dicen ser propietarias de un tanatorio clandestino y continúen explotándolo a sabiendas de que es ilegal, pero que, a quién o quiénes les corresponde precintar el local, les da lo mismo y están permitiendo, que los cadáveres continúen en la clandestinidad, nos da como resultado, de que, en cualquier momento, podemos tener una epidemia sanitaria de proporciones inimaginables.

Sólo tenemos que pensar, como se ha podido embalsamar un cadáver en un garaje privado, ¡sí!, en un garaje y quiénes tenían que haber puesto coto a toda ésta locura ilegal, no le han puesto freno a nada, realmente, es que ésos responsables, no han cumplido con su deber y al parecer, no lo harán a la vista de las circunstancias que se siguen acaeciendo. Y para colmo, es que ésos irresponsables, han dado por bueno y documentado dicho embalsamamiento. ¿A cambio de qué?....

Hace unos días, alguien me comentó que sí, que existía manipulación ilegal de cadáveres en la isla de Gran Canaria, pero que no era tan grave ¿?, pues lo gordo sería, que hubiera, o haya tráfico de órganos humanos, cosa imposible, pues serían órganos de fallecidos, que no sirven para dicho tráfico.

Mi respuesta fue instantánea, dejando claro que, aunque los órganos de un cadáver no sirven para esos menesteres, lo que sí se puede extraer de un cadáver antes de la 24 horas posteriores a su fallecimiento, son por poner un ejemplo, los globos oculares para posteriormente trasplantar las corneas, los huesos y piel, lo que me lleva a pensar que la explotación de un tanatorio clandestino e ilegal, mientras los responsables públicos miran hacia otra parte, se esté, o, pudiera facilitar dichas operaciones quirúrgicas, para su propio beneficio propio.
Imagen de archivo, sin relación con el post, por el momento....

Que conste que yo desde aquí, no acuso a nadie, faltaría más, lo que digo exactamente es que el descontrol existente en éste tema ilegal de la manipulación de cadáveres, es un peligro que hay que atajar de inmediato.

La prevaricación, o prevaricato, es un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo, o, judicial, a sabiendas, de que dicha resolución es injusta. 

Es comparable al incumplimiento de los deberes del servidor público. Dicha actuación es una manifestación de un abuso de autoridad. Está sancionada por el Derecho Penal, que busca la protección tanto del ciudadano como de la propia Administración. Para que este delito sea punible, debe ser cometido por un servidor, o, juez en el ejercicio de sus competencias.

Por lo tanto, en el caso de la manipulación de cadáveres y la explotación de un tanatorio clandestino e ilegal, "algunos funcionarios, deberían reconocer, haber cometido un delito de prevaricación, al no actuar en éstos casos de ilegalidad, de los que tenían conocimiento, mucho conocimiento."

Nos creemos, o nos quieren hacer creer, que un funcionario es una especie de semidiós infalible por haber aprobado unas oposiciones; es, ante todo, un ser humano, con sus opiniones, gustos, tendencias políticas, sociales o sexuales, filias y fobias y todos esos sentimientos que, con más o menos frecuencia, se ven reflejados en sus decisiones, incluyendo la incompetencia y la cobardía. Esto explicaría el escándalo de la manipulación y de porqué jurídicamente, es insostenible lo que pasa con ésta cuestión.

Cuando se da la cifra de 1.378 personas procesadas por delitos de corrupción en los últimos quince meses, habría que definir mejor a qué estamos llamando "corrupción", porqué es un saco en el que hay supuestos delitos de muy distinto pelaje. Aunque el trato de favor recibido, por quienes están implicados directa o indirectamente, en la explotación de un tanatorio clandestino, resulta especialmente obsceno.

1 comentario:

  1. Si supiésemos verdaderamente lo que se mueve en esos sitios, estaríamos alucinando más que Iker Jimenez viajando de paquete en un OVNI.

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