¡¡Gran Canaria, se vende!!

Sí, se vende por un deporte politizado, por “unos” malos políticos, que con victoria lo han celebrado como bellacos, el último reducto que nos quedaba y nos lo han quitado.

Gran Canaria, donde tu historia futbolística se quedó en nada, el rabo entre las piernas y poniendo muchas ganas.

Ganas en el primer tiempo, para ver los ¡GOLES VENDIDOS!, sin querer, los jugadores de nuestro equipo. Se dejaron meter el primero y el segundo. Jugaron como leones, pero…, el mal “presidente “que tiene el equipo, ganó por la mano, la mala política que práctica con el mismo.

Política, carente de valores deportivos con el equipo, donde con las manos llenas, se lleva, y se vende al equipo, donde sobran las palabras, de ése mal “Presidente”, que no se merece la Unión Deportiva de Las Palmas de Gran Canaria.

Todo se queda en el camino, perdimos los negocios y ahora al equipo, quedando la foto entre comidas y cenas, para celebrar no su victoria, si no, su “Egocentrismo”. Cada cual con lo suyo, nos lo hemos merecido, por dar cancha a “esos” malos políticos.

Eran estas circunstancias, las que esperaban nuestros “malos” políticos, desgarrando como alimañas, la entrega del equipo. La pleitesía, de “esos”, donde el “vasallaje pierde sentido, al no tener un buen señor”.

Gran Canaria, quién te ha visto y quién te ve, de los malos negocios nada sale bien, perdiendo con sorna y risitas también.

Tenerife no ganó. Ganaron, los “malos” políticos y encima sus risitas y sornas le llevan a decir y sentir que, “Tenerife” es, el archipiélago canario en uno. Y si no lo dicen, con sus formas, mucho talante y sin acritud, se les ve, por donde han encaminado los pasos, para nuestro desdén.

Dejan muy claro, hasta donde hay que llegar… , y ahí estamos los grancanarios, que aún sabiéndonos vendidos, sabemos perder con mucha deportividad, que nada tiene que ver, lo cortés, con lo valiente. Aunque ahora digan y dirán, que Tenerife es el archipiélago canario, con vistas a seguir gobernando a todas las isla, y muy en particular, doblegar a Gran Canaria, desde su trono singular.

Nada hay nada peor en la historia, que tropezar con un hueso duro de roer…, si somos hermanos de archipiélago, no intentes someter a nadie a la fuerza, los tentáculos que se guían desde el Olimpo de los “malos” políticos, apurando el “cáliz” del tiempo que les queda, y absorbiendo la última gota de la tiranía absolutista. Porque con los días contados, se terminaran sus días.

Tantos negocios negros, tantos bienes que no te pertenecen, que si no supiera, que el “presi” de nuestro equipo, no fuera el dueño de la compañía de seguridad, que le presta los servicios a la “Comunidad Autónoma Canaria”, entonces y solo entonces , los grancanarios sin politizar el deporte, habríamos ganado estos últimos años… el derbi y estaríamos en primera.

Y conste, que esta opinión, muy mía, es siempre presuponiendo y no acusando. Expreso lo que pienso y que cada cual analice el tema, a su entendimiento y usando nuestro derecho.

No se crean, los “malos” políticos, que con artimañas silenciosas, les saldrá todo bien, los oídos que escuchan y los ojos que te ven, darán buena cuenta de estos, que se creen de bien, que aunque nos den una de cal y otra de arena, pensando que así estaremos bien, que equivocados mis niños, que así no será vuestro bien.

Aprovechando para hablar de un programa, que la tv-autonómica, "por lo visto" el jueves, quiere debatir sobre el tema del "Gran", que sepan esos mismos, que ni se les ocurra perder el tiempo, porque no lo lograrán. A menos que lo tengan decidido y firmado ya, aprovechando que son los dueños de una televisión que pagamos todos los contribuyentes, porque los Grancanarios no lo permitirán, otra cosa es que se queden con lo expoliado hasta ahora, que ya nos lo devolverán.

No quisiera creer en lo que un día Aristóteles predicó: “ la democracia es para todos, en libertad de pensamientos , expresión, vida y formas, no la corrupción de la democracia”.

Y digo yo para despedirme: “La justicia conmutativa, en que restaura la igualdad perdida, dañada, olvidada, o violada, a través de una retribución o reparación regulada por un contrato, nos despoja de las libertades democráticas, que nos deberían proteger”.

Cantemos grancanarios, no nos dejemos amilanar, de todo se sale en esta vida, cuando estemos donde nos corresponde, tendrán que claudicar.

Harimagüada